La vida rumorosa
El haikú es una de las formas más sensibles de la literatura japonesa. Es un poema breve, brevísimo, de diecisiete sílabas distribuidas en tres versos: el primero y el último de cinco sílabas y el intermedio de siete. Por lo general contiene elementos de la naturaleza y las estaciones del año, y sus protagonistas son las montañas, los ríos, las aves, las flores. Eso apegándose a la tradición japonesa, pero puede usarse cualquier tema, el asunto es el click de una emoción profunda.
Conmoción espiritual
Xóchitl Elizondo García le canta al universo con ímpetu infinito. De la mano de la soledad se acompaña para que no estemos nunca solos. Ella minuciosamente se alegra por los detalles. Hoy, que hay que estar alerta por las condiciones del mundo, la poesía es una defensa para estas circunstancias; si vamos a sufrir una conmoción que sea espiritual:
Quiero rescatar
perdida en la nada
la voz que amé.
Humanidad
el lenguaje del amor
has olvidado.
(Págs. 50 y 86)
El juego de la vida
Todo libro de poemas se debe de agradecer, porque el poema, en el contexto de las interpretaciones, hace pensar que hemos superado cualquier adversidad. Claramente hacemos el viaje interior en el tren bala japonés que es el haikú, y en el interior el tiempo parece detenido mientras la velocidad nos transporta al lenguaje claro y sorprendente de la sencillez de lo que ocurre ocurrió y se detuvo para que lo contempláramos. (Sería como verle el lado amable a esta pandemia y a este encierro.) Es cierto, la vida es para vivirla, no para sobrevivirla, pero así nos tocó este juego.
Melancolía sideral
Si hemos conquistado libertades en este encierro una es la de la oportunidad, ya que tenemos la oportunidad clarísima de vivir o de morir, quiero decirlo tranquilamente sin el peso de la dramática realidad. La autora lo traduce en cada texto, la suavidad de su voz nos tranquiliza. Ojo, he hablado de interpretaciones, de tiempo detenido, pero la poesía es cierta en todo momento. Hoy, mientras escribo esto, otorgan el Premio Nobel de Literatura a una autora que escribe poesía, a una mujer poeta, y mientras muchos se preguntan ¿y esa quién es?, yo y los lectores de poesía nos alegramos porque el mundo hoy es más poético. Xóchitl también escribe poesía y yo sé quien es, pero lo hermoso es saber quien soy yo, descubrirme cuando leo poesía:
Tu voz ausente
con ecos de cascada
llega hasta mi
Grata soledad
alimenta mi alma
Intuyo paz
(Págs. 63 y 109)
Todo es armonía
La poesía de Elizondo García habla de los pormenores. Los textos forman un gran mural amoroso que decora estos tiempos aciagos. Hay tristeza, pero en ese dulce declive hacia el jardín del alma, la búsqueda de la pureza bien medida sin conspiración, sin calculo, sin manifiestos que imponer. Solo la armonía, solo la dulce melodía en esta miniatura monumental llamada haiku, que vuelve desmedidos los sentimientos.