Dudes, si en el cine hay un elemento que de verdad nos aterra -justamente por sus semejanzas con la vida real- es el de los virus. Miren nada más en qué parte de la historia de la humanidad nos encontramos. Bueno, el cine toma los virus como elemento antagonista y de ahí ha nacido un subgénero propio que siempre nos presenta una historia; hay que encontrar una cura para una enfermedad, ya sea en el momento, como ahora, o para que en el futuro no haga un desmadre total.
Monstruos, viajes en el tiempo o dramas con tópico familiar forman parte de éste extraordinario catálogo de películas sobre pandemias. Bien, les voy a recomendar tres filmes que son de mis favoritos para no dejar pasar el asunto que nos tiene a todos en casa, así que si no están cagados de miedo, y, por supuesto, si no les afecta los ánimos, acá les van:
Doce monos
Terry Gilliam, 1995
Inspirada en La Jetée, un mediometraje dirigido por Chris Marker en 1962, Gilliam convirtió ésta pieza en uno de los filmes postapocalípticos más sugerentes de los noventa, el cual terminó convertido en una obra de culto, gracias a la cual Brad Pitt se ganó el reconocimiento de la crítica. No hay mucho más qué decir, véanla de nuevo.
La amenaza de Andrómeda
Robert Wise, 1971
Basada en una novela de Michael Crichton ésta película se convirtió en uno de los clásicos de ciencia ficción de los años setenta, la cual sentaba cátedra en cuando a la representación del método científico en pantalla. Un equipo de científicos tiene que descubrir la verdadera naturaleza que se esconde detrás de una epidemia que ha diezmado una localidad de Nuevo México. Todo estará relacionado con el satélite que se ha estrellado en la zona, y que parece portar con él el elemento culpable de ese rastro de muerte. La cinta perfecta para descubrir a las nuevas generaciones.
Rabia
David Cronenberg, 1977
A finales de la década de los setenta, el padre de la filosofía de la Nueva Carne dio un putazo a la industria con una de las cintas de infectados que acabaron pasando a la historia y con la que se consagró como un gran maestro del horror más visceral. La cinta va de Rose, una morra que luego de un accidente despierta en la Clínica Keloid, un centro de estética que aplica técnicas supuestamente revolucionarias. Pronto descubre que de un corte en su axila emerge un apéndice fálico que despierta sus instintos más primarios y sed de sangre. Aquellos a quienes ataque, serán infectados de lo que parece ser una versión lujuriosa de la rabia. ¡Es neta!
BONUS:
Soy leyenda
Francis Lawrence, 2007
No me acordaba de ésta pero Mini Kraken entró al quite hace rato que le hablaba de las películas que quería recomendar hoy. Alejada del espíritu serie B de las dos anteriores, es una cinta que terminó dentro de los parámetros de Hollywood, pero eso, dudes, no le resta calidad. Es una muy digna adaptación a Richard Matheson. La película recogía el testigo a las dos primeras adaptaciones que se habían hecho de la obra del escritor, protagonizadas por Vincent Price y Charlton Heston, nada más que ahora con Will Smith encarnando al científico Robert Neville, quien se convirtió en el último hombre vivo de la Tierra. ¿La razón? Un virus que se propagó a la velocidad de la luz (como el coronavirus) y convirtió a los humanos en vampiros sedientos de sangre. ¡ALV!