Hablar de la ciudad de Nashville es hablar de música. Este lugar ha sido conocido como la meca de la industria de la música country y folk. Muchos grupos y artistas han grabado con músicos de Nashville buscando capturar un sonido auténtico, como ha sido el caso de Bob Dylan, Neil Young, TheByrds y muchos más. Bien podríamos decir que el sonido Nashville es toda una escuela y un estilo propio.
Si bien se ha conocido mucho más por la industria del country, hoy en día es tanto su auge musical que muchos músicos de otros géneros han cambiado su residencia a esta ciudad, o se hacen de estudios de grabación. Jack White es uno de ellos.
Ya desde el documental It Might Get Loud se podía ver el interés de White por escarbar en el pasado más tradicional del blues y el folk. Razón por la cual no es de extrañarse que decida abrir su empresa, Third Man Records, en una ciudad como Nashville.
Del folk al indie
Situada a un costado del centro de dicha ciudad, Third Man Records es más que una tienda de discos. Es una empresa para el rescate musical, y rescate entiéndase incluso por lo actual. No solo el pasado se rescata, sino a veces también el presente cuando manotea incansable para no ahogarse en el océano de información por el que estamos naufragando.
En la parte de la tienda hay una cantidad considerable de discos, sobre todo vinilos, nuevos. Se trata de producciones que Third Man Records edita junto a otros sellos y que tienen que ver con la música country y folk, tanto la actual como algunos artistas clásicos. Lo mismo puedes encontrar cosas de Hank Williams como de Margo Price, y son ediciones nuevas porque muchos de esos discos no existían antes. Como por ejemplo una serie de grabaciones de los primeros años de John Lee Hooker, las cuales son acopladas en varios volúmenes que son ofrecidos a todo aquel melómano sediento de conocer las raíces.
Pero no todo es ir hacia atrás. Muchas de las bandas de Nashville han visto en Third Man Records una oportunidad para lanzar su música, pues se cuenta con un catalogo importante de bandas locales y nacionales que no tienen acceso a compañías transnacionales, apostando fuertemente por el indie norteamericano.
Grabaciones de ayer y hoy
Ahí mismo, dentro de la tienda, hay una cabina de grabación antigua y es una de las pocas que quedan en el país del norte, sino es que la única. Estas cabinas eran usadas en el pasado para llevar algún “demo” a la radio o a una compañía y conseguirlo de manera rápida: al ingresar, ponían el monto que te pedía en una ranura, como una máquina de monedas, y tenías dos minutos para grabar tu canción o lo que quisieras para que ahí mismo te diera tu vinilo con tu canción grabada. Ahora lo puedes hacer ahí mismo, entras en la cabina y grabas lo que quieras para salir de la tienda con tu propio vinil.
A un costado está el estudio de grabación donde realizan sesiones en vivo que quedan plasmadas en una serie de vinilos únicos. Se trata de grabaciones en formatos acústicos, primordialmente, que Third Man Records las lanza todas bajo una portada azul, teniendo un registro auténtico de la música actual. Imaginen el valor documental de esos discos en el futuro. Artistas como Father John Misty han ido a grabar a estas sesiones y han plasmado grabaciones que resultan importantes como documento.
Me queda claro que Jack White es más que un músico. En tiempos donde estamos más preocupados por solo pensar en el momento, en el instante y cada vez nos distanciamos más del pasado, él apuesta por hacer un rescate musical que mantenga vivo el lazo entre épocas y generaciones. Música de artistas fundamentales en la historia del folk y del blues, y por ende de mucha de la música moderna, son revisitados y lanzados por este sello para que no queden en el olvido. Lo peor que le podría pasar a la música sería olvidar de dónde viene, perder la memoria. Por eso apuestas como la de White con ThirdMan Records terminan siendo fundamentales para que la música siga siendo escuchada por muchos y sigamos descubriendo quiénes y de dónde vienen esas tonadas que tanto nos apasionan.