Plac Zabaw: no frito no cry
Plac Zabaw, de Bartosz M. Kowalski, te arranca algo que no volverá jamás, es de esas películas que atacan lo poco que te queda de sensibilidad.
Plac Zabaw, de Bartosz M. Kowalski, te arranca algo que no volverá jamás, es de esas películas que atacan lo poco que te queda de sensibilidad.
Una planta misteriosa ayuda a salvar una florería de la quiebra con algo de sangre de por medio. Little Shop of Horrors es una película muy divertida, porque en niveles generales su bajo presupuesto y la rapidez con la que se rodó se hacen muy evidentes para el espectador.
Tetsuo no es una película accesible. De hecho cuesta trabajo entender de qué trata, pero golpea y duro, es de ese tipo de cintas que provocan reacciones extremas, animosidades polarizadas y mucha incomprensión. Eso sí, visualmente es un espectáculo que no deberían dejar pasar.
Terrorvision vale la pena porque es una hija de su tiempo: ochentera, sin profundidad ni reflexiones sobre la humanidad. En lugar de ser cine de terror nos encontramos con una comedia súper exagerada de serie B.
Robert Rodriguez recupera películas de estilo Serie B, pero con actores y publicidad digna de las mayores producciones de Hollywood, y parece ser que es un sistema que resulta rentable. Por: Luis Bernal Amigos, amigas, amigxs, hablar de Danny Trejo jamás será una pérdida de tiempo. El actor latinoamericano famoso por sus papeles de tipo … Leer más
Un filme en el que hay brujos, espadas, monstruos, pero donde todo es malo, triste, y todo el tiempo hay una sensación de que estás frente a algo que se pensó como una súper producción pero a muy, muy bajo precio.
Muchas veces no hacen falta robots asesinos, ni animales gigantes, ni monstruos, ni payasos o motosierras, sino una sencilla masa viscosa, sin ojos ni boca, para lograr una película de éxito.
Attack of the 50 Foot Woman es un ejemplo perfecto de la simpleza que podía alcanzar el cine barato de los años cincuenta.
Esta película puede parecer una de las tantas películas de extraterrestres que andan por ahí, con la diferencia de que en este filme no hay monstruo, nada de eso, son los niños el gran problema.
Esta es una de esas películas que sabes que si logras pasar de los 30 minutos ya lograste el objetivo, a partir de ahí todo será diversión.
Frozen Scream es perfecta para quienes disfrutan el cine basura del bueno. Uno ingenuamente piensa que el cerebro ya no puede contaminarse más y que la torpeza cinematográfica ya no tiene ningún secreto escondido y no es así
Hay películas que se ríen de sí mismas, del mismo cine y obviamente de nosotros: los espectadores.