Por supuesto que se trata de un asunto generacional, pero haber sido formados por la radio (AM/FM) y su extensión televisiva dejó una gran impronta en nuestro imaginario colectivo. Es por ello que gran parte de la cultura de la balada española se convirtió en un prontuario de la educación sentimental y hasta sexual de nuestras vidas. ¡Y eso que no sabíamos que muchas de las figuras nacionales eran asiduos clientes de compositores hispanos! ¡Cuánto le debemos a Manuel Alejandro, Juan Carlos Calderón y Rafael Pérez Botija, entre otros!
Pero cualquier analista que se precie de serlo tiene que aprender a reconocer los valores de cada propuesta en su justo contexto; aunque mucho se manosea también eso de los “placeres culpables”. No se puede negar una excelente voz, así como una gran interpretación. Es por ello que a través de los años me he declarado fan tanto de Rocío Jurado (“La más grande”) como de Lola Flores (“La faraona”). En ambas hay una parte casi teatral, dramática y toda una serie de desplantes que tienen que ver con los amores frustrados y sus grandes tragedias aledañas.
Pienso en esas dos figuras señeras al momento de encarar el nuevo disco de la hija intermedia del monstruo del cante que fue Enrique Morente. Y en mayor grado alrededor de “Viniste a por mí” –una gloria de la nueva copla-. Una canción de reclamo y despecho que pide a gritos que destapemos una botella y nos sirvamos unos tragos para acompañar la escucha. Se trata pues de un álbum que también es un pretexto perfecto para decir salud (al igual que tantos otros de José José y Camilo Sesto).
Para los españoles, el referente inmediato de varios de los temas del disco es Bambino, una singular figura de la rumba que acompañaba (y aun lo hace) noches de juerga y tormentos existenciales. Desde nuestra trinchera mejor evoquemos a la Jurado y doña Lola cuando vayamos recorriendo “Lo que te falta”, el tema insignia, y en el que Soleá muestra a plenitud sus facultades ¡Hagamos un brindis por su arte y belleza!
Ha regresado a la querencia de David Rodríguez (más conocido como La estrella de David) para componer, arreglar y armar la juerga, tan es así que hicieron de las sesiones de grabación toda una pasarela; por ahí desfilaron Las Negris, Antonio Carbonell, Tomasito, Cariño, Muchachito Bombo Infierno, sus hermanos Estrella y Kiki, y Ángel Valiente del grupo Karen Koltrane, entre otros tantos, para agregar coros, palmas y fiesta en general. Juntos incluso le dieron la vuelta a “Cariño” que también iniciaba Consagración (2018), un disco en solitario del hombre al mando del rumbo estético de esta obra.
Pero a todo esto, ¿de qué va Lo que te falta, que supone además su fichaje con Elefant? Soléa y David han conseguido un punto de equilibrio entre el pop y la rumba flamenca. El productor demuestra que se sabe mover ante la necesidad de un sonido más prístino y nada lo-fi. Al recorrer los 12 temas lo que sobresale son dos cosas: por una parte, el trabajo de los guitarristas y para ello le han traído a Eduardo Espín y Víctor Iniesta; además de que las melodías son inmediatas y contagiosas.
Hubiera sido difícil pensar que mantendría el alto nivel alcanzado con Ole Lorelei (2018), pero todo indica que encabalgó dos álbumes virtuosos y emocionantes. Lo que se potencia con las buenas decisiones del tándem creativo. En Lo que te falta también lucen pletóricas las percusiones y el cajón que suman Popo Gabarre y Ginés Pozas. El círculo se completa con un par de temas que les cedió, nada menos, que La Bien Querida; ahí están “Cosas buenas” y “Olvidarme de ti”, que curiosamente fueron elegido como los anticipos del disco. Además de “Ducati”, que parece un divertimento muy callejero que compuso al alimón con Jota de Los Planetas, al igual que “Condiciones de luna”, que cierra con mucho flow de la vieja escuela.
Quizá el único traspiés más que evidente sea “Tutti-frutti”, que en ese afán de ser tan actual retoma la jerga del trap y que no terminó por cuajar pese a los esfuerzos de David en el estudio.
En los meses recientes Soleá parece multiplicarse; ha colaborado con artistas como Cineplexx y Delafé, sacado adelante su proyecto de rock flamenco y poesía llamado Prado Negro, y cuidado a detalle cada aspecto del álbum, que ahora se proyecta a través de la portada de la revista Rockdelux del mes de abril.
Para los más tradicionalistas del cante les ofrece “Pero es de noche”, una especie de reversión de “Aunque es de noche”, que su padre trabajara a partir de un poema de San Juan de la Cruz; ella sabe cómo pasar de algo muy serio a momentos a momentos de bulla popular.
Soleá Morente ha dado un golpe de autoridad; su crecimiento como interprete es palpable y nos ha obsequiado un álbum para acompañar noches interminables escanciadas con los mejores elixires y las más altas pasiones.
1 comentario en «Soleá Morente – Lo que te falta»
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