Le-Mat es una banda para escucharse en vivo porque sus presentaciones se convierten en un performance donde intervienen el espacio para explotar los mensajes que quieran dar. No es coincidencia que Le-Mat, la carta del tarot, signifique “ser libre”, como la libertad que se da la banda al hacer música.
Por: Homero Ontiveros
Le-Mat es una banda para escucharse en vivo porque sus presentaciones se convierten en un performance donde intervienen el espacio para explotar los mensajes que quieran dar. Es sábado por la noche y Nodriza, un lugar en el centro de Monterrey que se ha convertido más que un espacio en una escena, está listo para el regreso de esta banda que se funda en Monterrey en el 2012, y que a pesar de tener un solo disco, llamado Diálogos de sol y luna, se han hecho de un respeto en la escena hardcore.
Adentro, el lugar está habitado por siluetas de cartón que cuelgan del techo, estas siluetas tienes rostro y mensaje, algunos son sobre los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, otro tiene la cara de Javier Valdez, periodista asesinado, y otros cuentan con mensajes sobre feminicidios y más problemáticas sociales. Ahí están los cartones, son parte del público y tienen algo que decir mientras se mueven de un lado a otro empujados por el aire del clima. “A mi me gusta mucho el teatro”, dice Thom, vocalista de la banda, “y lo que intentamos es crear una atmósfera en el escenario, crear un montaje, un espectáculo donde se mezcle lo artístico con lo social y hacer un ejercicio de memorial”. Es el regreso de Le-Mat después de haberse separado durante un tiempo, cuatro años específicamente, al finalizar una gira sudamericana que los llevó por Brasil, Argentina, Chile y Uruguay.
El nombre de la banda proviene de la carta del tarot que significa «El loco». Esa carta representa el inicio de “este trayecto”, “este comienzo o viaje”, del que Thom menciona que “bien podría ser eterno porque también es la búsqueda y el encuentro con uno mismo”. Le-Mat hoy en día está conformado por Cesar Meléndez, Gabriel Mendoza, Abraham Lara y Thom Díaz.
En su contenido hay un discurso político activo que nace de la opinión que como banda se forman sobre los diversos aconteceres en el mundo, algo que no solo encontramos en sus letras sino también en los conciertos, los cuales se vuelven una especie de performance donde intervienen el espacio para enriquecer el mensaje. Sin embargo, esta es solo una cara de la moneda, ya que en la otra parte encontramos una poética muy notoria en las líricas, como en el caso de «5-7-5», una canción donde la letra se estructura como haiku, una forma de poesía japonesa.
La identidad de Le-Mat está formada por elementos que se contraponen en la percepción pero que en su propuesta encuentran un lugar donde converger, estos elementos son, por un lado, la música de pulsiones fuertes y estridentes como lo es el hardcore, con la metáfora y las imágenes poéticas hacia la naturaleza, así como los pasajes musicales de atmósferas tranquilas, con el conciso y directo mensaje social o político. No es coincidencia entonces que Le-Mat, la carta del tarot, signifique “ser libre”, como la libertad que se da la banda al hacer música.
Aunque pudiéramos pensar que lo de ellos es un hardcore experimental, en los círculos de la escena se le ha llamado post hardcore, el cual se caracteriza por la libertad para manipular más las armonías- ya no son solo de tres o cuatro acordes- y hay un uso de patrones rítmicos compuestos más complejos, cuando en el hardocore tradicional la forma era más lineal.
“Nosotros quisimos hacerlo de esta forma porque así es la condición humana: lo bello y lo no bello, son dos cosas que existen en la naturaleza y se conviven en un mismo universo”, me dice Tom sobre la descripción del estilo de la banda para explicar que lo bello y lo feo se complementan, así su música: lo estridente con lo armónico, lo poético con la crítica.
1 comentario en «#Reflector: Le Mat, el loco del post-hardcore»
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