Oriundo de Nueva York, David Lida ha hecho su hogar en la Ciudad de México durante treinta años. Es autor de cuatro libros. El primero, la colección de cuentos Travel Advisory, fue seleccionado por el programa Discover Great New Writers de Barnes and Noble. Su segundo, un panorama de la Ciudad de México contemporáneo que se llama First Stop in the New World, fue aplaudido por el New York Times, Los Angeles Times y The Chicago Tribune, y escogido como uno de los mejores libros del año por The San Francisco Chronicle.
Las llaves de la ciudad, escrito en español, su segundo idioma, es una selección de crónicas que armó para revistas y periódicos en México. Su novela One Life fue traducido al español por Fernanda Melchor, con el título Circunstancias atenuantes. El punto de partida del libro es el trabajo que Lida hace como mitigation specialist, haciendo investigaciones en nombre de mexicanos encarcelados en Estados Unidos, cargados con homicidio capital y enfrentando la posibilidad de la pena de muerte. También ofrece visitas guiadas a la Ciudad de México para turistas (claro, cuando hay turistas). Aquí pueden visitar su sitio web.
¿Qué detalle de la vida cotidiana es lo que más te irrita?
Hay tantos que ni sé por donde empezar. Hoy, el pendejo que tosió en el supermercado sin taparse la boca.
Por el contrario, ¿qué detalle de la vida cotidiana es el que te hace más feliz?
La urbanidad, la cortesía. La sonrisa de los extraños en la calle (ahora más difíciles de ver si traen tapabocas).
¿Cuál es tu mejor momento del día?
El primer sorbo del primer café de la mañana.
¿Cuál es tu mayor miedo?
Sufrir una enfermedad grave.
¿Cuál consideras que es tu gran defecto?
La negatividad. Caerme en los hoyos negros del pensamiento desesperado, si no apocalíptico.
¿Qué es lo que más valoran de ti tus amigos?
Que los haga reír.
¿Qué cosa te desagrada más de la gente que te rodea?
La desconsideración.
¿A qué persona viva y muerta admiras?
Muerto: James Baldwin. Viva: No sé. ¿Sería Jennifer López?
¿Cuál es tu mayor extravagancia?
Viajar, comer y beber afuera. Por razones obvias, no estoy muy extravagante hoy en día.
¿Cuál ha sido tu mayor mentira?
Que estoy bien.
¿Te asomas al espejo y qué ves?
Un ruco incipiente que todavía tiene su encanto.
¿Cuál es la cualidad que más te gusta en un hombre?
Un buen sentido de humor.
¿Y en una mujer?
Un buen sentido de humor. Y apetitos sanos.
¿Cuál es tu color favorito?
El arcoiris. Y blanco y negro.
¿Qué foto tuya no colgarías en casa?
La lista de las que colgaría sería mucho más corta.
¿Qué palabras o frases usas con demasiada frecuencia?
“Con todo respeto”. Por lo general la utilizo cuando no tengo respeto ninguno.
¿Cuál ha sido el momento más glorioso de tu vida?
Desde hace trece años me he ganado la vida trabajando como investigador para abogados en Estados Unidos que defienden a los mexicanos encarcelados en el gabacho, enfrentando cargos de homicidio capital y la posibilidad de la pena de muerte. La primera vez que me llamaron para informarme que un jurado había decidido darle al cliente la cadena perpetua en lugar de la pena capital fue el momento más glorioso.
¿Qué talento te gustaría tener?
Tocar el piano, estilo jazz, en un bar.
¿Qué cambiarías de ti?
Me hubiera gustado escribir un sólo libro con resonancia para un público enorme.
¿Cuál ha sido tu mayor fracaso?
No haber escrito aquel libro.
¿Si pudieras reencarnar en una persona o cosa, ¿qué serías?
O Peter Lorre o Sydney Greenstreet o Elisha Cook Jr. De niño, quería ser actor de reparto de las películas de blanco y negro que vi en la tele.
¿Qué lugar te gustaría conocer?
Senegal.
¿Cuál es tu posesión más preciada?
No me importan mucho las cosas. Entiendo que la esposa no cuenta como una ‘posesión’, pero estoy muy agradecido que compartimos la vida.
¿Qué es para ti lo más profundo de la miseria?
La desigualdad.
¿Cuál es tu ocupación preferida?
Escribir.
¿Cuál es tu comida favorita?
La china.
¿Cuál es la comida que más odias?
Como casi de todo, pero no puedo comer las patas de los animales.
¿Quiénes son los escritores que admiras?
¿Qué tan larga puede ser la lista? James Baldwin, Janet Malcolm, Jorge Ibargüengoitia, Joseph Mitchell, Edna O’Brien, Philip Roth, Primo Levi, Masha Gessen, Emilie Pine, Horacio Castellanos Moya, Didier Eribon, Marcel Proust, Toni Morrison, Sergio González Rodríguez, Jenny Offill, Robert Stone, Alejandro Zambra, Elena Ferrante, Emile Zola, Francisco Goldman, Graham Greene, Susan Sontag, J.M. Servín. Y tantos más.
¿Cuál es tu banda, cantante o grupo musical preferido?
Louis Armstrong.
¿Con qué figura histórica te identificas más?
Ninguno.
¿A qué personaje famoso te gustaría conocer y qué le dirías?
Supongo que Jennifer López. Le preguntaría, ¿Tinto o blanco?
¿De qué es lo que más te arrepientes?
Tardar muchos años en apreciar los privilegios con que nací.
¿Te gusta algún deporte? ¿A qué equipo le vas?
Me gusta ver los campeonatos de póquer en la tele. Admiro a Daniel Negreanu.
¿Cuál es tu mayor adicción?
El vino.
¿Cómo te gustaría morir?
Mientras duermo, pacíficamente.
¿Cuál considerarías que es tu lema?
Quiero un doble, por favor.