Gorilas en la niebla

¿Por qué no voy a la librería?

He comprado una cantidad enloquecida de libros a lo largo de mi vida. Siempre compré y compré y compré libros y más libros. Hoy, he dejado de hacerlo.

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libro, librería

OPINIÓN

He comprado una cantidad enloquecida de libros a lo largo de mi vida. Prácticamente en todas las ciudades en las que he estado alguna vez, siempre me di la oportunidad de recorrer los pasillos de sus librerías, y siempre compré y compré y compré libros y más libros. Hoy, he dejado de hacerlo. Primero, porque no me interesa. Y segundo, porque no lo necesito. Procedo a explicarme.

No me interesa comprar libros de papel. Lo ilustro ahora mismo con un ejemplo muy sencillo, básico. La creatividad es algo que me excita en el sentido sajón de la palabra. O sea que me entusiasma, me emociona y me atrae. Siento una gran euforia por la creatividad desde hace muchos años. He leído y estudiado bastante en ese sentido, y he dado muchos cursos y talleres en muchas ciudades. De modo que cuando quiero, hoy, aprender más sobre creatividad, acudo a algunas fuentes ricas y hermosas. Por ejemplo…

  1. Acudo a Netflix y a Prime Video. Ahí, encuentro autores extraordinarios, como Hitchcock, Almodóvar, Woody Allen… auténticas autoridades en materia de imaginación y creatividad.
  2. Acudo a los mercadillos. Ahí suelo comprar figuras de vinil o de tela, revistas viejas, llaveros oxidados, pinturas en ruinas que después utilizo en mis cursos…
  3. Acudo al supermercado. En el super encuentro frutas, fideos, granos, pescados y todo tipo de ingredientes, que utilizo para comer, y también para dibujar o para ilustrar mis cursos de creatividad.
  4. Acudo a Amazon y a Google Play. Ahi, compro las herramientas que necesito para escuchar música, estudiar, leer, dibujar, escribir y comunicarme…

Así, si me interesa, por ejemplo, el pensamiento visual de Cristopher Niemann, un dibujante alemán, acudo a YouTube y a Netflix. Ahí estudio sus ideas y miro sus métodos. Después, compro sus aplicaciones y puedo estudiar cómo son sus “razonamientos digitales”.

Ahora, una pregunta: ¿Realmente necesito libros de papel para conocer el trabajo del dibujante alemán Cristopher Niemann? ¿Los necesito para conocer el trabajo de Guillermo del Toro o de Lars Von Trier o gente así?

Yo francamente creo que no. Tampoco tengo nada contra los libros de papel, por supuesto. Solo me parece que, si la vida ha cambiado tanto, nosotros, como lectores, también debemos cambiar. No sólo es inevitable, es indispensable, de veras.