Todo empezó con un festival. Es complicado conocer las escenas indie de lugares que suenan tan lejanos a pesar de estar más cerca de lo imaginado. Cochabamba, Bolivia se nos presenta como un lugar de periferias. Periferia de los grandes centros de la música “indie” iberoamericana, como tal vez serían Buenos Aires, Santiago, Madrid o Ciudad de México, pero periferia también en su propio país, centrado en Santa Cruz de la Sierra o La Paz.
Así que todo empezó con un festival, sencillamente porque no había. “Fue una respuesta a la ausencias de espacios en Cochabamba para artistas que experimenten con sonido y tendencias musicales no comunes para el entorno”, dice Simón Peña “Chuntu”, tecladista de la banda Chicas Delfín, y director del colectivo Nuson, vía correo electrónico. “Nuson nace como una plataforma para la difusión y el desarrollo de nueva música”.
La primera edición, en 2016, les ayudó para tomar la temperatura de una comunidad deseosa de nuevos sonidos, a la vez que creaban una comunidad colaborativa, y tendían lazos entre bandas locales, nacionales e internacionales. Con el tiempo Nuson ha diversificado su trabajo entre el festival (gestionado por Chuntu y Alejandra Lanza), la grabación de las “Tocadas en el bosque” para YouTube, y una serie de compilados gestionados por Marcelo Sandoval, Franz Antezana y Alfonso Crespo. Fuera de lo digital, también han organizado charlas de producción musical y jams en salas de ensayo.
Nuson se mantiene activo en 2020 con una nueva edición de su festival anual (ahora desde casa debido al Covid-19) que se podrá seguir en todo el mundo a través de sus redes sociales el próximo fin de semana. También preparan una tercera edición de su compilado, esta vez con una mezcla entre artistas bolivianos y mexicanos, donde está participando en la curaduría Alfonso Crespo, quien radica en Monterrey.
¿Cómo es hacer música con ciertos riesgos o sonoridades más desafiantes, primero, lejos de los grandes «centros» de la música independiente del continente, y más aún, fuera de la capital del propio país?
Es definitivamente una experiencia llena de anécdotas y desafíos que sobrepasan la lógica, especialmente en esos momentos donde se encuentran mundos totalmente diferentes en un mismo lugar. Personalmente lo veo como una experiencia muy divertida y en momentos casi onírica. Creo que bajo estas circunstancias realmente es posible ver y sentir el inmenso impacto socio-cultural que puede tener la música.
¿Hay algún movimiento o sonido que pueda estar definiendo la música independiente que se está haciendo en Cochabamba?
Se podría decir que es el mismo movimiento y sonido que sucede en la Latinoamérica actual. Cada vez más se escuchan las influencias de géneros como new wave, shoegaze y krautrock. En los conciertos se comienzan a escuchar sonidos de microkorg y sintetizadores DIY. Un movimiento que todavía no define a la música boliviana pero que comenzará a definirla en los próximos años es el electro-folk ya que la cultura folclórica en bolivia es un campo muy amplio para explorar.
¿Cómo ha sido la experiencia del festival y qué tal han resultado las recientes ediciones?
El festival Nuson es una experiencia que siempre trae recuerdos memorables. Cada edición que organizamos es una oportunidad para aprender sobre lo que realmente significa conectar con el público. Por ejemplo en las ediciones más recientes nos enfocamos en un público más joven sin la necesidad de modificar la grilla de artistas. Invitamos a que los padres de familia lleven a niños y niñas al festival el cual se realizó desde tempranas horas de la tarde. Sentimos que el resultado de esto solo se lo podrá medir con el pasar de los años, cuando estas generaciones de niños y jóvenes comiencen a crear artísticamente.
En cuanto a los compilados ¿la idea es seguir con estos lanzamientos colectivos? ¿O se han planteado quizá la idea de establecer un sello como tal?
Si, definitivamente los compilados Nuson continuarán saliendo. Con respecto a la idea de establecer un sello, definitivamente es algo que queremos realizar pero no de la manera establecida en cómo funciona un sello. Nos gusta la idea de una plataforma comunitaria, un espacio para conectar con una audiencia dispuesta a escuchar algo diferente.