El pasado 18 de julio se presentó en Torreón la banda estadunidense Master al mando de Paul Speckmann, uno de esos tipos pioneros del death metal que se ha mantenido fiel a lo underground. Junto a ellos se presentó también Anarchus, otra banda apegada a lo under y pionera en México del grindcore, quienes en 1988 grabaron Total hate, considerado el primer demo de grindcore nacional.
Aproveché esa noche para charlar con Pancho, miembro fundador y vocalista de la banda.
Anarchus no editó su primer disco de larga duración hasta 2016, desde sus inicios vivió de demos, splits y EPs. ¿Por qué la tardanza en grabar un larga duración?
Se dieron muchas circunstancias. Hubo diversos problemas por los que pasamos: tiempo, presiones, trabajo y otras cuestiones más que fueron impidiendo que en algún momento se pudiera realizar la grabación completa de un álbum. Fue hasta 2016, después de pasar de nuevo por varias circunstancias similares, que finalmente se pudo grabar un LP completo.
Y a pesar de eso Anarchus se consolidó como una figura importante, tanto nacional como internacional, en el underground y en el grindcore. ¿A qué crees que se haya debido?
Pues yo creo que se debió, en primer lugar, a que la gente tuvo una buena respuesta hacia la banda desde el principio, eso fue algo que yo creo que nos ha marcado. La banda tuvo la buena fortuna, y en verdad es algo que siempre nos sorprendió, una respuesta muy favorable de la gente desde el primer demo, que es un demo grabado con poco tiempo, muy pocos recursos y que, sin embargo, pese a todas las limitaciones que en su momento tuvo pues obtuvo una respuesta muy buena tanto en México como en el extranjero.
La banda tiene ya treinta años…
Treintaidós, andamos pa treintaidós.
¿Qué es lo que durante treintaidós años sigue vivo en ti como para seguir haciendo grindcore?
Lo que sigue vivo es la idea de seguir haciendo la música que nos gusta, lo que disfrutamos, que amamos, que es lo nuestro; por otra parte, también que va con el estilo, la idea de seguir difundiendo el mensaje, sin querer predicar porque no es el punto, seguir difundiendo las cosas acerca de las que pensamos, lo que creemos, lo que sentimos. Creo que tenemos todavía mucho que decir y por eso seguimos trabajando.
¿Por qué inclinarse por este género hace treintaidós años cuando en México no abundaba?
Porque de las bandas principales que se puede decir que influyeron en la idea de hacer Anarchus fue Napalm Death, que tocaban grindcore, y desde que escuchamos esa banda pues nos gustó tanto la idea; de inmediato nos sentimos identificados y de ahí fue que nació la idea de hacer algo por nuestro lado, algo diferente, en lo que se pudo, basado en eso.
Ya pasados más de treinta años, mucha gente habla ahorita de estilos musicales distinguibles: que el grindcore, que viene del hardcore punk y demás. ¿Pero en ese tiempo ustedes estaban conscientes de lo que estaban haciendo, que estaban tocando grindcore?, ¿o simplemente lo hacían sin cuestionarse el género que estaban tocando?
Pues realmente nosotros no llegamos con la idea así precisa de que vamos a tocar grindcore. La idea original fue tocar rápido, tan poderoso como se pudiera, y la idea de difundir nuestras ideas, que es otro punto importante. Que sí tuvo identificación con el grindcore, con el grindcore puro en su momento, que a la fecha lo debe de seguir siendo, lo considero, como con otras cosas de hardcore. Pero fue más por ese lado.
Leí una entrevista contigo en un fanzine donde decías que al principio Anarchus eran tres personas que no eran músicos haciendo música. ¿Qué fue lo que los llevó a hacer esto? ¿O tiene que ver con uno de los lemas del grindcore, que era “el fin de la música como la conocemos”?
No, en nuestro caso fue realmente porque quisimos hacer una banda, quisimos tocar underground, quisimos tocar grindcore, quisimos tocar esos estilos que nos cautivaron desde muy jóvenes, pero el punto principal es que los que empezamos con la banda, que fuimos Adolfo, Miguel Guerrero y yo, no sabíamos tocar. Sin embargo, pese a eso, quisimos. Y tomamos la decisión de hacerlo. Ninguno de los tres era músico, nadie sabía tocar el instrumento que tomamos como el propio, pero sin embargo lo hicimos, quisimos hacerlo y lo hicimos.
Anarchus en 1988.
Alineación original:
Pancho: Bajo
Adolfus: Batería
Mike Guerrero: Guitarra.
Aun con lo complicado y demás, llegaron a Japón. ¿Cómo fue esa gira?, ¿qué recuerdas?
Esa gira fue muy, muy buena. Llegamos a Japón porque desde que empezamos había interés de la gente de allá por la música que hacíamos, desde el primer demo, el Total hate. Salió luego el Final fall of the gods, el primer EP de la banda, y ese EP tuvo muy buena difusión que también llegó a Japón y fue algo que nos permitió que la gente allá nos conociera. Y respecto a la gira, qué te puedo decir, fue una gira increíble, larga, agotadora pero al mismo tiempo muy satisfactoria.
¿Cuál de los materiales de todo lo que ha grabado Anarchus es al que sientes que más le debes en el sentido de que es el que te ha dado más satisfacciones?
Creo que todo tiene lo suyo, pero siento que hay un EP, el Final fall of the gods, que fue y es a la fecha uno de los más importantes en la historia de la banda. Ese EP a la fecha sigue teniendo una muy buena respuesta, ha habido muchas reediciones y la más reciente la hizo F.O.A.D Records y Mierda Productions, ellos sacaron la nueva reedición en vinil. F.O.A.D Records en Italia del EP, la versión original y una versión cruda de la primer mezcla que sacamos… no, ni siquiera mezcla, era una grabación así tal cual.
Y actualmente, ya no hablando del grindcore y metal extremo, ¿qué subgénero es el que te parece más interesante, en el que se están haciendo cosas más interesantes?
Yo en general escucho muchos géneros, no soy muy cerrado o muy enfocado nada más a uno. Primordialmente me gusta el grindcore, pero también escucho muchas bandas de black metal, escucho mucho hardcore, death metal. No podría decirte exactamente qué género en especial, porque no estoy enfocado en algo, pero escucho más bandas de ese tipo.
¿Escuchas algo más que no sea metal? Ya ves que aquí es común casarse con un género extremo y ya no escuchar nada más.
Sí, yo escucho la música de los ochenta, escucho hardcore, escucho punk, escucho rockabilly, escucho muchos géneros con los que yo crecí, porque, vamos, cuando me empezó a interesar la música pues en ese tiempo no había underground, o no como ahora lo conocemos; había new wave, había punk, había progresivo, el heavy metal. Yo crecí escuchando otras cosas y a la fecha las sigo oyendo.
En cuanto a tu voz, ¿cómo aprendiste a cantar?, ¿aprendiste a cuidarla?
Esa es otra cosa muy interesante porque yo ni siquiera iba a ser vocalista de la banda. Cuando empezamos yo, en teoría, iba a ser nada más el bajista, pero el que iba a ser el supuesto vocalista se salió de la banda y quedamos Adolfo, Miguel y yo, y en una especie como de sorteo se decidió que yo me iba a quedar cantando. Y ya empecé a cantar, a gritar, pues. El asunto es que nunca tuve ninguna formación.
Esto es algo que me gusta preguntarles a los músicos, ¿vives económicamente de la música?, ¿tienes otro trabajo?
No, es imposible. Yo creo que vivir del underground no hay forma, y tampoco creo que sea la idea. Me dedico a otra cosa completamente, tengo un trabajo al cual me dedico toda la semana, y ya los fines de semana pues esto, que no es un hobbie porque también es algo muy importante, pero es algo que complementa.
¿Has tenido conflictos con tu empleo? Que no se ajusten los tiempos…
No, si de algo no me puedo quejar es que la gente en el trabajo actual ha sido muy tolerantes y hasta me apoyan, no he tenido jamás un problema para poder salir a tocar.
¿En qué estás trabajando?
En una empresa donde se procesan rollos de acero para partes interiores de coches.
¿Qué viene para Anarchus?, ¿nuevas grabaciones?
Sí, en septiembre nos vamos a dar un tiempo que no hemos podido tener hasta la fecha, donde nos vamos a dedicar a grabar lo que va a ser un nuevo EP, que esperemos que salga a finales de ese mes o a principios de octubre.
¿Ya hay nombre definido?
Se va a llamar Final fall of the gods pero capítulo dos.