El panorama futuro para los músicos no pinta nada bien. Hay grupos que han tenido que posponer sus giras para el próximo año, lo cual significa que éste no tendrán un ingreso económico. Al menos no uno por presentaciones en vivo. Como ya había comentado anteriormente, el único escenario posible por ahora son las plataformas de streaming, ya sean redes sociales y sitios de reproducción como Spotify, iTunes o Youtube, entre otros, que son los que monetizan.
Bandcamp, una tienda de música digital independiente, levantó la mano y ofreció el 100 por ciento de las ventas para los artistas. Es decir, ellos como plataforma no cobraron ninguna comisión. El resultado fue una respuesta imprevista: más de 4 millones de dólares facturados en ventas de música. Esta suma es quince veces más de la venta normal. Por ejemplo, si un viernes se vendían 47 mil artículos, después de esta campaña se vendieron 800 mil artículos. Lo que sucedió fue que la gente que dirige Bandcamp se dio cuenta de algo muy sencillo: necesitan de la música, y por ende de los músicos, para que el negocio exista y ahorita es momento de apoyar la “materia prima” y a quien la produce: o sea música y músicos.
Muchos hemos aprovechado para compartir nuestra música lo más que se pueda en las distintas plataformas digitales. Sin embargo, la realidad es que les estamos “haciendo el caldo” gratis a estas compañías porque son ellas quienes siguen ganando, no los artistas. Ninguna de ellas ha modificado los porcentajes de ganancia ni han aplicado alguna medida que ayude a los músicos. Estamos con la idea de ganar algo de dinero con las reproducciones de nuestro material, pero el mayor porcentaje se está quedando con estas compañías sin hacer nada ni empatizar con la sociedad en una situación que lo amerita.
Bandcamp se dio cuenta de algo muy sencillo: necesitan de la música, y por ende de los músicos, para que el negocio exista y ahorita es momento de apoyar la “materia prima” y a quien la produce.
Algunos artistas en otros países se han unido para apoyar a más músicos. Por ejemplo, en Estados Unidos Father John Misty lanzó un disco en vivo con la filarmónica de Elba en Hamburgo y las ganancias serán destinadas al COVID 19 Relief Fund, un fondo de ayuda a los miembros de la industria musical que están sufriendo golpes económicos o de salud. No es extraño que este material esté disponible, ¿adivinen donde?, sí, en Bandcamp. En España crearon la campaña #HoyMeComproUnDisco para apoyar con ello a artistas y, sobre todo, a tiendas de música.
Pero las plataformas que más están comerciando con la música digital, dígase Spotify, iTunes, Deezer, entre las más conocidas, no han doblado ni un dedo ante la situación actual. Lo que sí han hecho es adecuarse a la actualidad, pero para que puedan seguir siendo muy visitadas y usadas. Por ejemplo, Deezer y Spotify le han cambiado los nombres a sus playlist con palabras como “cuarentena” y otras buscando atraer a los consumidores. YouTube ha facilitado la transmisión y edición en su plataforma pero lo mismo, para que sea visitada lo más posible convirtiéndose en uno de los aparadores más usados por la gente. Ninguno de ellos ha modificado, ni el porcentaje que paga al artistas, ni la cantidad que debe pagar el usuario. Lo de ellos es comerciar sin pensar en el futuro de la música y de los músicos.
Habrá quien diga que es normal, que ellos son empresas y no artistas. Y sí, pero hay un punto fundamental: ninguna de esas plataformas funcionará igual sin música, y sin músicos simplemente ésta no existe. Mi propuesta es que mientras nos recuperamos de la crisis de salud, y luego la económica, las plataformas digitales deben ajustarse y ofrecer un mejor porcentaje al artista y que el usuario pague menos por usarlas. Al fin que quien menos gana siempre en estas plataformas digitales es el artista y ahora es momento de cambiar eso.