Se requiere de un espíritu persistente para empujar la carrera de una banda desde el estado de Morelos. Este cuarteto de Cuernavaca es fiel reflejo de la diversidad que priva en el rock mexicano más allá de las evidencias superficiales. Ellos apuestan por mantener viva la estela del grunge, pero yuxtapuesta con ciertas sonoridades del post-rock y mucha apertura a la experimentación (por ejemplo, Adrián Terrazas improvisa con el EWI (Electronic Wind Instrument) en una de las piezas del álbum que nos convoca.
Tras expandir en 2017 su disco debut epónimo se les presentó la oportunidad de registrar Selección Natural, un concierto acústico completo en un paraje de ensueño y en el que los dioses del rock les tenían deparada una sorpresa; de todo ello fue de que lo que conversamos a detalle.
Esta sensacional que escogieran esa hacienda para grabar y posteriormente se enteraran que ahí mismo filmaron los Rolling Stones, ¿cómo se dio la elección y luego el hallazgo?
Nazario: La hacienda quedó en ruinas desde la época de la Revolución y nos encantó porque tiene una belleza oscura. Hemos tenido una conexión muy especial con Coahuixtla desde hace tiempo, el arte de nuestro primer disco lo realizó Melissa Varella allí, de modo que ya conocíamos el lugar. Teníamos el plan de grabar un disco acústico y cuando mi colega Ricardo Martínez me platicó que estaba llevando a cabo la producción de un programa llamado Morelos a través de la música, donde las bandas grababan en vivo tres rolas en lugares turísticos del estado, yo le dije: “Monodram en Coahuixtla, y si no tienes bronca grabamos el disco completo”, eso implicaba una producción mucho más grande, pero Ricardo aceptó.
El hallazgo de los Rolling Stones en Coahuixtla sucedió por qué mi amiga Julia Con, al ver las fotos del acústico de Monodram, me compartió que a mediados de los ochenta ella trabajó junto al cinefotógrafo Ángel Goded, en la producción de en unos videoclips que los Stones grabaron en México, uno de ellos en Coahuixtla, inmediatamente vimos el video y fue alucinante, no lo creíamos, sin saberlo habíamos elegido el mismo preciso lugar. El escalón que Augusto tanto peleó para poner su batería era el mismo donde Charlie Watts grabó.
Agustín: De hecho, durante el trabajo de preproducción, tuvimos varias discusiones sobre en qué parte de la hacienda montaríamos el escenario, pues en el lugar, está lleno de lugares muy especiales y que llamaban fuertemente nuestra atención, también sabíamos que había sido sede de varios rodajes, nacionales e internacionales, pero nunca nos imaginamos que después de varias deliberaciones, terminaríamos por escoger los mismos muros que sus satánicas majestades treinta y cuatro años atrás.
¿A qué se debió esa larga espera para que se editará el acústico grabado en vivo?
Nazario: Me atribuyo en gran medida esa larga espera, llevé a cabo en Estudio Áureo la mezcla y masterización, fui muy meticuloso, eso me llevó tiempo y generé varias versiones previas hasta lograr el resultado final.
Pero, en otro sentido, fue un trabajo que acompañó un proceso de mutación al interior de la banda. La grabación nos llevó al límite de nuestras capacidades, todo fue muy rápido, vivimos a tope esos días y creo que nos costó tiempo digerirlo; además en este disco la banda manifiesta muchas renuncias, renunciamos a la distorsión, al grunge, al hard rock, yo personalmente renuncié a la guitarra eléctrica, ese cambió de piel nos llevó tiempo.
¿Qué es lo que hay detrás de esa grata dedicatoria de uno de los temas a Rogelio Gómez de Ansia?
Eduardo: Nuestro trabajo con Rogelio Gómez comenzó por un concurso en Cuernavaca, Morelos, donde seleccionaron a 15 bandas locales, y de ahí él y algunos jueces más como Paco López y Pato de Maldita Vecindad nos seleccionaron para grabar un par de sencillos en Estudio 19 y Blackstone Records. Caímos en buenas manos, porque a Rogelio le encantaba la producción de guitarras y nosotros estábamos en busca de un sonido muy rocker para poder explotar más los riffs de cada canción.
Un tributo a su banda Ansia fue propuesto por gente cercana a él, ya que desafortunadamente había fallecido meses antes; y fue difícil, primero enterarnos de la noticia y después seleccionar una canción. Elegimos “A través de ti” debido a que sentíamos que era una canción reflexiva y la creímos adecuada para Monodram. Al final no salió ningún disco tributo a la banda Ansia (con la cual él había trabajado en los años ochenta y noventa) sin embargo nos gustó mucho cómo quedó y la forma que cada quien hizo los arreglos en su respectivo instrumento.
Augusto: Rogelio Gómez fue una persona muy importante para el desarrollo de la banda, llegó en un momento en el que nos encontrábamos buscando entender en qué consistía la labor de un músico profesional y algunas cosas que debíamos hacer para mejorar nuestra proyección y ejecución. Su entusiasmo por el rock y la música alternativa fueron clave para darle impulso a nuestro sonido, por esta razón decidimos incluir el tema “A través de ti” de Ansia en la reedición de nuestro primer disco y posteriormente en el concierto acústico.
La realización de un proyecto cómo este resulta costosa, ¿cómo fue que una banda independiente como ustedes consiguió el presupuesto requerido para algo así?
Agustín: Somos una banda autogestiva, y afortunadamente desde que empezamos a tener ingresos, acordamos guardarlos y crear un fondo de ahorro en la banda, con el que hemos podido llevar a cabo producciones, mejorar nuestro equipo e incluso solventar gastos para salir a tocar. Para la producción de Selección Natural (que como bien dices, fue bastante costosa) echamos toda la carne al asador, pues invertimos todo lo que teníamos en nuestro fondo y aún tuvimos que meterle un poco más de lana de nuestro bolsillo. Definitivamente, fue una gran experiencia para nosotros, y queríamos que para nuestro público, resultara igual, así que además de la producción de audio y video, nos pareció importante invertir en consentirlos y fue así que decidimos rentar un camión para llevarlos hasta la hacienda, y ya ahí, ofrecerles unos chilaquiles y una cerveza conmemorativa, especialmente fabricada para ese día por nuestros amigos de Cervecería Aquelarre, ya estando ahí, nos dimos cuenta de que no hay chilaquiles y cerveza que alcancen para un buen concierto de rock.
Nos gustaría aprovechar este espacio, para hacer público nuestro agradecimiento a todo el equipo de producción: René Calderón, Alejandro Martínez, Adrián Mun y Max Potenza en el audio, Andrey Luna, Patrick Luna, Ehiram Beltrán y Mario Camino en el vídeo, Melissa Varella y Maleny Vázquez en la foto, pues gracias a su trabajo y buena vibra, pudimos llevar a buen puerto este ambicioso proyecto.
Al escuchar el disco destaca ese cuidado que le dan a la calidad de audio de sus grabaciones, ¿les parece que se trata de una característica de la banda?
¿Han logrado un equilibrio entre sus capacidades como ejecutantes y su discurso?
Augusto: Pienso que uno de los puntos clave en la banda es justo ese, tenemos mucho interés por la calidad de sonido, los 4 somos muy clavados en cuanto a gear se refiere, buscamos que eso sea parte de la banda; yo tengo un amor especial por los instrumentos musicales, ya que nací en una familia dedicada a dicho negocio, Nazario es ingeniero de audio y siempre está involucrado en los procesos de grabación, masterización, etcétera. Agustín y Eduardo son egresados de escuelas de música, esto a final de cuentas da como resultado en producciones bastante cuidadas.
Nazario: Recuerdo que le dedicamos un buen tiempo en elegir los timbres adecuados para cada instrumento, probamos combinaciones con guitarras acústicas y bajo eléctrico, luego al revés, probamos con cuerdas de acero o cuerdas de nylon, al final elegimos bajo acústico, una guitarra acústica con cuerdas de acero y una guitarra eléctrica.En la grabación de este disco en particular creo que logramos un gran nivel de ejecución. Grabar en vivo exigía lo mejor de cada quién y la máxima concentración de la banda, tuvimos muchos ensayos previos.
De hecho, el disco lo grabamos cuatro veces antes, dos veces en el estudio, para escucharnos y afinar detalles de los arreglos; grabamos en Coahuixtla un mes antes, sin público, para medir los tiempos de montaje, escuchar la acústica del lugar y tomar apuntes, lo grabamos un día antes en el estudio ya con Adrián Terrazas y finalmente el día de la grabación definitiva. Esto hace evidente que cuidamos mucho nuestras producciones, nos apasiona la música y la calidad del sonido; a pesar de ello tenemos claro que lo más importante son las canciones y el concepto de la banda.
¿Al transformar sus canciones a un nuevo formato cómo visualizan su progresión?
Agustín: En realidad fue un proceso muy divertido, comenzó porque buscábamos crear un espectáculo que fuera más fácil de mover y reducido en producción, para acceder a otros foros y nuevo público, pero en el camino nos prendimos con la idea de reinterpretar nuestras canciones, o sea, no solo tocarlas con instrumentos acústicos, así que empezamos a “desdoblarlas” y reconstruirlas, partiendo de lo que el nuevo sonido nos dictaba, liberándonos cada vez más, durante este proceso, de nuestra concepción de la obra terminada y lo que entendíamos como el sonido de la banda, dando espacio a una “flexibilidad creativa” poco practicada por nosotros hasta ese momento. Así que creo que podemos decir, que encontramos en las nuevas versiones, un espacio para expandir nuestra voz.
Augusto: Una de las cosas más interesantes y divertidas del proceso fue renovar por completo algunas de las canciones, modificando estructuras y agregando elementos que no formaban parte de las versiones originales.
¿Estás de acuerdo en que su naturaleza va cambiando con el tiempo?
Agustín: Creo que hay una esencia que se mantiene presente en nosotros, terca e imperturbable, una idea muy clara de lo que queremos decir, y con el tiempo, al recorrer nuevos caminos y al estar abiertos a nuevas experiencias, hemos sido capaces de mutar a un sonido distinto, pero en el fondo manteniendo nuestra voz.
Otras músicas copan el mainstream, ¿qué les parece el lugar que va ocupando el rock? Tal parece que se hace todavía más de nicho. Ahora sabemos lo que sienten los músicos de jazz.
Augusto:El rock que conocimos ha cambiado, ahora este género se encuentra en una fase de mutación extrema y ha dejado de ser música de masas, como ahora lo son el reggaetón y el trap, por poner un ejemplo, sin embargo, pero esta misma mutación viene con nuevos aires, que probablemente podrían hacer que “el nuevo rock” adquiera relevancia en las siguientes generaciones. Esperamos que encuentre la vía correcta, habrá que trabajar e integrarnos a ese nuevo despertar, pero efectivamente el rock ya no es lo que llegó a ser.
Nazario: Opino diferente que Augusto, creo que el rock sí quedará como un género de nicho, no creo que el rock vuelva a saltar al mainstream, ¿cómo se podría definir entonces? ¿substream? Las bandas que nacimos haciendo rock tenemos tres alternativas: adaptarnos, resistir o morir.
Sabemos de la diversidad y calidad de las bandas de Morelos, las propuestas ahí están, pero, ¿qué nos cuentan del desarrollo de público?
Augusto: Efectivamente, Morelos es un estado con una gran cantidad de propuestas, algunas de ellas con mucha calidad, sin embargo es necesario seguir fomentando y construyendo una “industria de la música” donde se integren además de los músicos y proyectos, a managers, bookers, promotores, agencias de publicidad entre otras piezas clave que puedan desarrollar y potencializar a las bandas que genera el estado, ya que a mi parecer Morelos se encuentra en pañales en ese punto en específico.
Agustín: En nuestra escena independiente, esto es todo un tema, no sólo por encontrarnos en un ecosistema en el que la música que hacemos no es la primera elección de la mayoría de la población, como es común en gran parte del país; la mayoría de las bandas no hemos terminado de entender bien qué significa esto del desarrollo de público. Obviamente comienza con la producción de una propuesta de calidad, pero pareciera que nos estamos quedando en ese punto del proceso, y nos resulta complicado generar estrategias para llegar a nuevos escuchas y posibles futuros seguidores. En mi experiencia, el público joven, es el que está más abierto a acoger nuevas músicas y experimentar nuevas formas y quizá no hemos sabido encontrar el canal para comunicarnos con ellos, además de que nos está faltando tener una visión más completa de la industria y nos estamos quedando cortos en toda la parte no artística, que requiere de mucho trabajo y talento y que no necesariamente debe ser realizada por los músicos.
Y cierro con el tema de Adrián Terrazas, se buscó que su participación diera mayor difusión a la banda, eso es lógico, pero, ¿cuál fue su aportación directa sobre los temas? ¿Qué es lo que inyecta a esas canciones para transformarlas?
Eduardo: En un par de ocasiones había compartido música y anécdotas de artes marciales por chat con Adrián. Y de ahí estuvimos en contacto compartiendo diversos proyectos de otros músicos y memes, jeje. La participación con Adrián Terrazas fue calculada porque él estaba en México y ya había hecho participaciones con grupos de rock nacionales e internacionales como Parazit, Troker, Cabezas de Cera, T.R.A.M. y obviamente The Mars Volta.
Uno siempre busca mejorar su sonido y ésta no era la excepción, hacer el acústico fue un trabajo complejo en los arreglos al no haber guitarras con distorsión, sustain, feedbacks y esos platillazos o power chords que son fundamentales en el rock y te hacen vibrar con algo relativamente simple; teníamos que cambiar el carácter de las canciones.
Por ejemplo, me viene a la mente Chick Corea, cuando este pianista hace su Acoustic Band me parece que evolucionó y se reinventó; en nuestro caso hacer un solo melódico de pocas notas y con guitarra acústica se hizo difícil de llevar a cabo, y es ahí donde entra la participación de Adrián; dando frescura y otro tipo de armónicos con los sonidos de vientos.
Agustín: El aporte de Adrián a Selección Natural, además de las notas y timbres nuevos en los temas en los que toca, lo pudimos notar en un plano inconsciente, pues su nivel de ejecución es tremendo, así que, al ensamblar con él, llevamos nuestro propio nivel un poco más allá de lo que quizá hubiéramos llegado de no darse esta colaboración.