Mississippi Queens, una de las bandas de rock regiomontanas más arriesgadas de los últimos años, acaba de lanzar un tema llamado “Conversaciones”. Éste viene acompañado de un video donde aparecen los integrantes de la banda con máscaras de animales en franca actitud agresiva cuasi pandilleril. El tema es incómodo pero no polémico y hace alusión a cómo los poderosos e influyentes se aprovechan del resto de la sociedad. Por esta razón, los personajes que aparecen en el video van agrediendo a ciudadanos de a pie en una clara situación de abuso de poder.
Ver estas imágenes incomoda porque es algo que sucede realmente. Incomoda porque sabemos que es cierto, pero nos hacemos de la vista gorda. Incomoda porque nos retrata como sumisos y agredidos. El punto álgido de la canción llega cuando dicen: “México, no creo en mi. México mágico, trágico ausente, no me conoces, te llevo en la piel. México mágico, trágico, hiriente, no me conoces y me has hecho a un lado, pues ya llegó el influyente, y ¿qué puede salir mal?”.
Como cualquier otra banda, ellos mandaron la canción y el video a diversos medios de comunicación con la idea de que este trabajo fuera difundido, pero nunca imaginaron la respuesta que iban a tener de algunos de ellos. Medios como Exa TV, la estación de radio Máxima en Guadalajara e Indie Rocks, respondieron con frases como “Esto no es lo que creemos que se deba estar promoviendo ahorita en México”; “no es el mensaje que queremos dar”; o simplemente un “está fuera de nuestra línea editorial”.
Si bien es cierto que los medios de comunicación no están obligados a difundir todo aquello que les llegue (aceptarlo todo elimina el trabajo periodístico) llama la atención que las razones sean de índole política o social, las cuales no tienen nada que ver con la calidad de la banda, del video o de la canción.
No importa que haya sido uno o dos medios, lo importante es que suceda, que se den este tipo de razones para no difundir un trabajo musical. Tampoco podemos hablar de censura, porque el video existe y está siendo visto y compartido por muchos. Sin embargo es necesario señalar la falta de apertura y lo cuadrado de estos medios hacia una canción que no dice ninguna mala palabra, pero que muestra una realidad social que incomoda a más de uno.
Sí es necesario que los medios musicales funcionen como filtros entre tanta propuesta de música que abunda hoy en día; sin embargo, el trabajo periodístico que nos corresponde debe ser dirigido hacia la calidad y trascendencia de la propuesta, analizarla, estudiarla y tratar de entenderla. De nada sirven argumentos como “eso no es lo que necesita el país”, porque bajo esta argumentación en lugar de hacer periodismo musical se cae en actitudes censoras. Y así, hay muchos que niegan la realidad y se incomodan ante el narcocorrido y el reguetón, y otros que dicen que el rock ya no incomoda, y a quienes, sin embrago, en esta ocasión, una banda de rock los incomodó.