¿Me ayudarás a cantar
estas canciones de libertad?
Porque son lo único que alguna vez he tenido…
Redemption Song
Antes que otra cosa tenemos que entender que el artista jamaiquino constituye uno de los iconos más importantes de la cultura popular vigente hasta hoy día y que fue una figura que trascendió el ámbito estrictamente musical para involucrarse en temas de la religión rastafari, la lucha por los derechos humanos, la discriminación racial y la situación política de su país.
Luego entonces sabremos que se trata de un universo todavía en expansión y que sigue desvelando aspectos nuevos al momento de evocar su manera de pensar, mística, relación con el oficio y también sus placeres: la música, las mujeres, el futbol y la ganja; entre los que es difícil establecer un orden de preferencia.
No resulta un dato menor que en 1998 la revista Time (con un prestigio añejo) postulara a Exodus, editado en 1977, como el mejor disco del siglo XX. Más allá de cualquier polémica, el legado de la figura más prominente del reggae es de una absoluta trascendencia y valía, y cada día aparecen nuevas aristas para tratar de entender al artista (obsesionado con la liberación espiritual del hombre -sin distingos de raza o color-) y al hombre (que se negó a que le amputaran un dedo aunque ello implicara un riesgo mortal, dados sus preceptos religiosos).
Roger Steffens es un erudito de este género y el impulsor del archivo más importante en el mundo alrededor de este, por lo que cuenta con fuentes primarias de información casi inagotables. Con total sinceridad anticipa en el libro que ya existen numerosas biografías publicadas en torno a Robert Nesta Marley (nacido en 1945 en Nine Mile), al tiempo que resalta lo valioso que resulta conformar una obra coral en la que sean sus allegados quienes -de manera literal- lleven la voz cantante y que la figura central apenas si aporte algunas frases.
En ese sentido resultan muy importantes las aportaciones de Peter Tosh y Bunny Wailer, sus compañeros en el inicio de su aventura musical a través de The Wailers, y con los que tuvo sus diferencias mientras se encumbraba como solista y la banda cerraba su ciclo.
En esta magna obra, de 366 páginas y una edición en pasta dura, no faltan las voces de sus amigos y ayudantes, pero también están los testimonios de quienes fueron sus parejas, comenzando por Rita (su primera esposa) y Cindy Cindy Breakspeare, quien fuera el amor de su vida (y madre de Damian).
Por supuesto que el libro dedica un espacio importante al asunto del intento de asesinato del que fue víctima en 1976 (y que también diera origen a una espléndida novela: Breve historia de siete asesinatos, escrita por Marlon James, y al documental de Netflix, Who Shot the Sheriff).
Steffens, autor de esta Historia oral de Bob Marley (disponible en México a través de editorial Malpaso), condujo el programa de radio Reggae Beat (en la influyente KCRW), dirigió la revista The Beat, para posteriormente asumirse como un investigador y conferencista con rigor académico; por ello se demoró cuatro décadas en preparar la versión definitiva del texto (incluso nuevas entrevistas iban surgiendo) y viendo la manera de resumir una trayectoria que partió desde los montes jamaiquinos para llegar prácticamente al mundo entero e impactar en los procesos sociales de diversas latitudes (la parte de sus conciertos en África es impresionante).
Tanto que contar sigue un orden cronológico, pero se destaca cuando las decenas de voces que lo habitan se van cediendo entre ellas la estafeta y van creando un flujo que le da calidez, aun en los momentos en que se narran peleas, rupturas e incluso malos manejos de los ingresos que generaba un músico poseedor de un halo místico, aunque muy descuidado en ciertos asuntos mundanos. De ahí los encontronazos con figuras insignes de la producción y comercialización musical como Coxsone Dodd y Chris Blackwell, con los que lidió en diferentes momentos de su vida, siendo primero un aprendiz y ya luego como un profesional mucho más rodado.
A la postre, el periodista apostó por 74 entrevistados para conformar esta narración polifónica en la que se cruza gente del pueblo con colegas y el aliento del mito urbano que enfatiza que: «en Jamaica no hay hechos, solo versiones«.
Bob Marley tenía un talento tal como compositor e intérprete (su repertorio de canciones memorables es enorme) que le bastaron apenas 36 años para consolidar una leyenda (que incluye la predicción de la edad a la hora de la muerte) y todavía se extiende a través de un discografía -oficial y pirata- que parece interminable.
Por todo ello, Tanto que contar es una obra inapelable y generosa, que seducirá a los más fieles seguidores del rastaman, pero también a quien apenas comience a adentrarse en la historia del reggae; por supuesto que es una obra que se puede acompañar con mucha música y profundas caladas de yerba.