El estadio Bancomer BBVA es una exhibición monumental del poder del dueño sobre de sus clientes, de ninguna forma es la casa que sostiene a una fraternidad.
Por: Ximena Peredo
Es un fenómeno global que el futbol industrial está acabando con la tradición y la memoria de los clubes. Las reglas del mercado se imponen en la cancha y fuera de ella. Los jugadores son productos que se intercambian o venden según cálculos económicos realizados a puerta cerrada. Los nuevos estadios son dispositivos sumamente controlados, diseñados para el consumo y el confort lo cual, a primera vista, puede ser deslumbrante pero tiene el potencial de sepultar el espíritu de toda una afición.
Hablo desde afuera. No soy aficionada de ningún equipo local. No hubo quien en la familia me contagiara esta pasión, y nadie me regaló una jersey (con esto parece comenzar todo). Hoy, sin embargo, me interesa mucho lo que pasa en la política del futbol, sigo la telenovela de odios y pasiones entre jugadores, afición y directivas. Me gusta porque es un reflejo de la sociedad. Es otra gran fábrica de ilusiones que se sostiene de dependencias y gratísimos momentos de espontaneidad. Momentos que, según observo, están siendo cada vez más cortos y caros.
Por estar relacionado directamente con el caso de estudio de mi tesis, conozco muchas de las relaciones que dieron origen al estadio BBVA. Esto lo comento para advertir al lector dos cosas: una, no veo al estadio como aficionada, no es mi casa; y dos, mi indignación por la forma en cómo Femsa se apropió del espacio público natural conocido como La Pastora siempre está conmigo. Hechos los descargos también tengo que decir que he estudiado documentos, realizado entrevistas a directivos, aficionados y a trabajadores del estadio y, por supuesto, también he estado en varios juegos. Dicho lo anterior planteo la hipótesis de este ensayo: el estadio Bancomer BBVA antes de impulsar al Club de Futbol Monterrey (CFM) está sepultando los grandes motivos para ser aficionado. Puede convertirse en la tumba del Club.
Baso mi sospecha en la cada vez más evidente relación contradictoria entre los intereses de los dueños de un club, que también son los dueños del estadio y de la cerveza que ahí se vende -una gran acumulación de poder-, y los intereses propios de la afición. No me refiero al antagonismo histórico entre una afición que siempre sabe más y mejor que su directiva, sino al diseño del estadio, a sus nuevas reglas y a las decisiones que la directiva ha venido tomando de cara a los estallidos de violencia ocurridos en su propia casa.
El BBVA es la encarnación de una serie de lógicas antisociales, como eliminar la presencia del contrario, estigmatizar y hostigar al aficionado con menor poder adquisitivo, rediseñar a una afición como consumidora pasiva. Todo esto trastoca la identidad de un club con el cual se identificaba tantísima gente y que hoy no saben qué pensar, cómo acomodar su nueva opinión. No saben si lo que sienten es individual o colectivo: el estadio ya no ofrece sus antiguos servicios de relajación, compadrazgo entre extraños y desfogue. Ahora el aficionado está reprimido, extremadamente vigilado por policías (policías públicos, por cierto, otro recurso público puesto al servicio del negocio particular), y es obligado a permanecer sentado. No puede cambiarse de lugar, ni socializar con los de otra sección. El abono confirma a qué clase social se pertenece. En esto llamo la atención sobre el trato que desde que fue inaugurado el estadio recibe la barra. Su sección, que se ha ido reduciendo a billetazos –con un incremento de 25 por ciento de un año a otro- está cercada por policías, y “los adictos” parecen enjaulados. Al entrar son sometidos a revisiones más estrictas que el resto y si van al baño o a comprar algo deben volver a pasar por el mismo escrutinio frente a todos. Esto a mi me pareció de las violencias encarnadas más descaradas del estadio Bancomer BBVA. Se le notan los prejuicios sociales y más que eso, se nota que a los dueños les interesa reforzarlos. Los que pagan menos son siempre los más peligrosos. Los de suites son las personas más decentes de la sociedad. De los primeros hay que dudar, sospechar siempre, a ellos hay que acusar; a los segundos hay que obedecer, en ellos hay que confiar y siempre justificar. Con todo, los estallidos de violencia no sucedieron en la sección de la barra, sino en gradas.
El reciente aviso de la directiva de que negará el acceso a aficionados con la playera de Tigres en el próximo clásico local es una decisión -contrario a lo muchos opinan- totalmente coherente con el ideario Femsa. Aniquilar a la competencia es una de las estrategias que han facilitado el crecimiento expansionista de esta empresa. Si no elimina, entonces compra y absorbe. La idea de expulsar a los Tigres y, en general, de borrar las porras de los equipos visitantes es una idea fascista, de quien cree que la homogeneidad es el paisaje del éxito. Pero, ¿es esta una decisión que los aficionados apoyan? Es un error adivinar, y peor aún dar por sentado que sí o que no. Mientras el supuesto Club no tenga mecanismos de consulta no podremos saber qué opina su afición.
Aunque el tema es mucho más amplio, sólo anotaría por último que la animadversión producida entre los dos equipos locales es un producto del futbol industrial. No siempre fue así –todavía en los setenta se cantaban por igual los goles de ambos equipos- y no tiene que seguir siendo así. Cuando el futbol comenzó a parecer un negocio en ciernes, allá por la época en que Alberto Santos de Hoyos dirigió al CFM y mucho más evidente con Lankenau en la batuta, se apostó a la creación de segmentos de consumidores diferenciados por equipo. Esto disparó el consumo. Roberto Hernández Jr., un mercader del futbol, fue crucial en la fabricación de esta animadversión. Los únicos beneficiarios de esta pasión han sido quienes venden publicidad, abonos, playeras, cerveza. Pero cuando este choque de identidades resulta en estallidos de violencia, ambas directivas y todos sus socios comerciales se lavan las manos, señalan a los mal portados de salvajes y castigan a todos los aficionados. Son incapaces de realizar una autocrítica en la cual reconozcan la parte de responsabilidad que les compete.
Por todo lo anterior el estadio Bancomer BBVA es una exhibición monumental del poder del dueño sobre de sus clientes, de ninguna forma es la casa que sostiene a una fraternidad. Henri Lefebvre sostuvo en su teoría espacial, que las relaciones que producen a los espacios tienden a reproducirse dentro de los espacios que crean. Es decir, si hubo ilegalidades, violencia, en su proceso de producción éstas tenderán a repetirse cuando el espacio esté terminado y en funcionamiento. El tiempo le está dando la razón al viejo Lefebvre.
Excelente Ximena. Agraciadamente mis hijos se han dado cuenta y no renovaron sus abonos.
¡Excelente artículo Ximena! Enhorabuena.
Excelente artículo Ximena , particularmente de acuerdo en el tema de la falta de autocrítica de los verdaderos responsables de generar violencia , yo crecí yendo a los dos estadios y cuando ambos jugaban el El Universitario cada semana eran las mismas caras las que saludabas con una sonrisa y un apretón de manos , paulatinamente la afición se fue polarizando y generando odio entre hermanos , familiares y amigos
Un abrazo
Excelente articulo que plasma en forma genuina el sentimiento de muchos aficionados que tuvimos la oportunidad de ver a los dos equipos en un solo estadio sin ningun problema y gritar los goles de tigres y rayados sin ningun tipo de frustracion donde el unico objetivo era ver el futbol.
Emotivo pero exagerado. Ximena tiene un odio hacia los ricos porque corrieron a su padre piloto. Siempre buscando causas que precisamente dividan la ciudad entre buenos y malos, siempre en busca de likes y el cariño del desarrapado. lamentable.
no es cuestión de «odios» hacia los ricos o pobres, es evidente lo que hace una «exclusivización» de los espacios, una falsa seguridad de «tengo mi asiento seguro», y todo lo que el privilegio del abono tiene.
Tus juicios personales a Ximena nada tienen que ver con el artículo. De mi parte es que tu nivel de lectura, es literal, elemental. LLegar al nivel de lectura crítica te queda como tarea, son dos niveles más. Hablando de odio, y sin explicación es lo que parecieras expresar en cuatro líneas.
Que ensayo tan más coherente, has ganado un lector. Solo que no estoy de acuerdo con lo siguiente “Mientras el supuesto Club no tenga mecanismos de consulta no podremos saber qué opina su afición.” inútil ya hacerlo, lo comentaste, la gente ya se encuentra sedada.
Felicidades Xinena, muy buen texto
También peligroso que la misma afición permita prohibir camisas, ya teniendo este antecente podrán “aceptar” sólo aficionados con la camisa que corresponde a la temporada en curso. Más negocio.
Escribes de una manera muy talentosa.
Mejor plasmada la idea de lo que estamos viviendo ahora no pudo ser.
Felicidades, sigue escribiendo!
Sin duda alguna mi de razon trabaje en el BBVA y si son mas cuidados la adiccion y no pueden ningun asistwnte estar parados en las escaleras o en los pasillos si no es tu zona una lastima que te traten de esa maners
Muy buen articulo y gracias por escribir en pro de los desarrapados los cuales somos muchos en este pais
Yo creo que está fuera de contexto este artículo y se está basando en un hecho muy particular: La cláusula de alto riesgo que el club hizo oficial en su reglamento desde principio de temporada y fue derivado de los hechos de violencia de la temporada pasada justamente en el último partido entre Mty vs Tigres.
Mi creencia de «fuera de contexto» la baso en varios pasajes del artículo que están mal fundamentados: por ejemplo, el mencionar que encierran a la porra de la adicción. Los integrantes de esta «porra» tienen antecedentes de violencia y de a poco se ha estado reduciendo su espacio, con la intención de desaparecerla, es por ello que no se le mezcla con el otro público. También se menciona que en esta porra no inició la violencia: justamente no inició porque la tienen «vigilada», lo que no ocurre con la equivalente en Tigres «Libres y Locos» que no es posible «vigilarla» porque no se tienen los registros de sus integrantes, que se mezclaron entre el público el partido anterior.
Parte de esta medida (el no permitir la entrada al juego con camisas de Tigres) es para reducir ese riesgo de que integrantes de esa porra (Libres y lokos) entren al juego.
La medida está mal diseñada, lo acepto, pero no por eso el club tiene una conspiración para dominar a la sociedad. El club tiene la intención de ofrecer un espacio más profesional, seguro, y cómodo para los aficionados. Está aprendiendo y no dudo que este suceso le va a llevar a mejorar la medida y diseñar un mejor operativo para permitir la entrada al público visitante.
Tema aparte es el asunto de las porras: «Adicción» y «Libres y Lokos» cuyos actos conllevan a recurrir a medidas antisociales.
Muy cierto tú artículo, todo es un gran negocio y lamentablemente la prensa se vende a estas empresas, por eso suceden tragedias.
Soy abonada desde hace muchos años del Club de Fútbol Monterrey y no estoy de acuerdo con q el aficionado se siente reprimido y q no puede socializar con sus vecinos de sección. Mi familia y yo nos sentimos muy seguros en el estadio nunca hemos tenido ningún problema. Yo le aseguro q hay muchisíma más aficionados contentos ahora q en el estadio del Tec. Lamentablemente hemos llegado a esta situación por culpa de los aficionados enfermos q aunque son pocos hacen mucho daño. Además de q la prensa ha colaborado en gran medida.
Sobre de q no se puede permanecer, en los estadios modernos no ve a ningún aficionado parado o en las escaleras . No exageremos.
Estoy de acuerdo contigo en algunas cosas y en otras en completo desacuerdo.
Señalas ilegalidad en el proceso de construcción del estadio, señalado y di lo que sabes, el parque la pastora no fue recortado para construir el estadio. (En todo caso deberías atacar a Bosque Mágico).
El estadio BBVA asegura el asiento que compras y ese es el que debes usar, las secciones del estadio no están separadas entre sí, como si ocurre en el Universitario.
Deberías indagar más en ese tema.
A todo esto.
Sobre que fue tu tesis?
Eres psicólogo social?
Por lo que expresas lo dudo mucho.
Abraham, quien debe indagar más eres tu. Hay un proceso documentado de cómo la empresa se apropió del terreno de la pastora, y ahí se muestran todas las violaciones a la ley, claro con la complicidad de todas las autoridades como: el exgobernador Medina, El congreso del estado, la expresidenta municipal Ivonne Álvarez, la delegada de SMARNAT. El estadio tiene historia, y no es precisamente algo muy halagador.
Esxribes de algo sin conocerlo a fondo ?
La zona de construcción del estadio era un basurero, ve con los vecinos e investiga, en estadios modernos no se permite estar en la escalera.
Entonces todos lo países están destinados al fracaso; todos fueron creados por y con violencia… No, no existe tal cosa como un destino inefable, le ganó el coraje y odio al autor.
Los clientes, como tu los llamas, si no están de acuerdo, simplemente se van, y sabes qué? Existe una lista de espera desde la misma temporada inaugural para comprar abonos !
no me extraña el resentimiento en el texto , Ximena ataca al estadio BBVA desde antes de su construcción. Pero lo no puede es atribuirse el derecho a decir que los abonados nos sentimos incomodos, soy abonado y me siento seguro y comodo en cada partido, socializo con mis compañeros de fila y asiento con los cuales hemos hecho muy buena amistad. hay siempre un ambiente familiar y de respeto , por eso celebro que se tomen medidas.para evitar la violencia
Soy Tigre y lo único rescatable que leí aquí, es la analogía sobre cómo femsa se deshace de la competencia.
Soy Tigre y lo único rescatable que leí aquí, es la analogía sobre cómo femsa se deshace de la competencia.
Totalmente de acuerdo el Fut bol es una industria y precisamente por tal motivo deje de asistir a los estadios que pena por los jugadores cuando les ordenan dejarse ganar un psrtido arreglado desde una oficina Recordemos los juegos de los Rayados v.s. Veracruz y Morelia.
En total desacuerdo.. tú texto está más influenciado a tirar al Femsa y luego al CFM.
Nunca se debe de comparar el pasado con el futuro..
Cada tiempo se acomoda a la tecnología de ese momento.. los sistemas.
La fraternidad es lo que busca Femsa, para que se siga vendiendo sus abonos.
¨Decidimos hablar y escribir sobre lo que otros no quieren ver¨ me gusto la frase al final de esta pagina…mas claro ni el agua, dicho comentario dirigido a mucha gente aqui dando su opinion, ´´la verdad no peca pero incomoda»,
saludos a todos los ciegos!
Abraham, quien debe indagar más eres tu. Hay un proceso documentado de cómo la empresa se apropió del terreno de la pastora, y ahí se muestran todas las violaciones a la ley, claro con la complicidad de todas las autoridades como: el exgobernador Medina, El congreso del estado, la expresidenta municipal Ivonne Álvarez, la delegada de SMARNAT. El estadio tiene historia, y no es precisamente algo muy halagador.
La construcción del estadio BBVA fue una decisión estratégica de parte de la dirección de la empresa la cual es propietaria del equipo de futbol, que a su vez son productores de cerveza. El proceso de construcción y la decisión elegir el lugar donde ahora se encuentra es a todos luces un enfoque depredador. En las organizaciones, cualesquiera que sea su actividad, las decisiones estratégicas son la expresión real de su filosofía organizacional. En todo el proceso de construcción quedó mostrada esa filosofía de la empresa dueña del estadio y del equipo que juega en el mismo. La filosofía y la depredación para hacer negocios. Esa forma de proceder impregna todas la actividades que tiene la empresa, hacia adentro y hacia afuera. Un mercado con alta demanda, lleva consigo implícito un deficiente servicio, incluso el abuso, porque siempre habrá quien demande el servicio. Como vemos los aumentos de precios en los juegos de campeonato por ejemplo. A la empresa solo le interesa la rentabilidad del dinero. De quienes más abusa es de la clientela masiva, de los que pagan los boletos de mas bajo precios y que consumen mas cerveza. Las víctimas defendiendo a los victimarios, el esquema que se ve en los más de los caso de abuso. A la empresa no le interesa si hay tradición, si hay fraternidad, si hay idea de club. El enfoque depredador de hacer negocio no considera mas que las máximas utilidades. La filosofía de una organización se permea desde la cabeza hasta todos los rincones donde tiene presencia la misma. En este caso es la depredación.