Hace más de veinte años que Damien Jurado forma parte de mi soundtrack diario. En pleno encierro por la pandemia presenta un nuevo disco que, desde el titulo, nos deja claro que se trata de un regreso a casa, un roadtrip melancólico. What’s the New, Tomboy? hace referencia a la cultura pop de los setenta, la de la infancia de Jurado, que compartimos muchos de nosotros. Esto que se va presentando a lo largo del disco es una invitación a la nostalgia, de voltear a vernos hacia dentro.
“Se trata de asumir en donde estas equivocado para hacerlo bien todo el tiempo. Significa que se acabó. Esto no era parte del plan. Una falla importante en el diseño”, nos dice desde la primera canción, “Birds Tricked Into Trees”, que le da paso a la canción más personal de todo el disco, donde le canta a Richard Swift, su amigo y productor de tres de sus discos, fallecido hace dos años. En “Ochoa” habla de la conexión que tenían a nivel creativo, lo bien que se entendían. “Vas lejos de mi, pero no por mucho tiempo”, le dice a Swift, que en su currículo tiene también haber sido bajista de The Black Keys, además de una discografía en solitario muy recomendable.
La portada este disco nos invita al voyeurismo, a dar una mirada a la intimidad de Damien, lo cual hago desde la sala de mi casa. Abro una botella de vino y me siento en la sala a media luz. Mi gata, dueña de este territorio una vez que comienza a anochecer, se acurruca a mi lado, dándole el visto bueno al disco. Ronronea mientras el bajo de Josh Gordon llena los espacios necesarios para que la guitarra y la voz nos lleven de la mano en este roadtrip.
El vinilo sigue girando en la tornamesa, pasando de una historia a otra, donde se hace patente su gusto por los títulos con nombres de mujer: “Francine”, “Sandra”, “Fool María”, una de sus canciones mas personales y más cercanas a sus creencias: “Y quiero estar a gusto desnudo como en el Edén antes de que apareciera el ladrón”. Una canción construida en dos acordes y una letra sin revisión alguna. Lo que salió en su primer momento es lo que grabó.
La sencillez al momento de componer tanto la música, como las letras son fundamentales en el estilo de Jurado. Este disco no es la excepción. Es fiel a su costumbre. Su temperamento solitario, es parte de su éxito. No es alguien que pase por las redes sociales. Su música habla por él, sin embargo, en mi caso y estoy seguro de que en el de muchas otras, es justo ahí en esa sencillez donde se genera el vinculo más fuerte.
Mi gata se despereza al momento que comienza a escucharse “The End of The Road”, canción que nos invita a estar en paz con nosotros, con el mundo que nos rodea. Nos dice que, a pesar de el cliché, lo importante no es la meta, sino el camino.
Después de media hora y media botella de tinto, las diez canciones de What´s the New, Tomboy? llegan a su fin. En mi mente se queda grabada la frase: “Somos capaces de saber dónde nos equivocamos para esta vez hacer las cosas bien”. Solo puedo pensar en este disco como pequeños paseos, indefinidos, como reflejo de una soledad por convicción y por decisión; y desde ahí agradecerle a Damien por continuar musicalizando este viaje.
1 comentario en «Damien Jurado: melancolía a cuatro acordes»
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