Corona Capital es un festival que se distingue por su selección musical, y este año no será la excepción, ya que en su edición 2018 reunirá a músicos como Trent Reznor, Robbie Williams, New Order y The Chemical Brothers: Un grupo que ya llevaba años sin pisar tierras mexicanas y que, en lo personal, siempre había querido ver en el escenario.
A manera de preparación estoy re-escuchando el trabajo del dúo inglés, lo cual me ha transportado a esos días cuando era fan de MTV y pasaban «Hey Boy Hey Girl» en Los 10 Más Pedidos. Llevando a cabo este ejercicio me he encontrado con canciones que no recordaba y algunas que se han integrado gratamente a mi lista de “Descubrimientos” en Spotify.
Considerados como parte de la realeza electrónica europea conformada Daft Punk, Prodigy y Air (por mencionar algunos), The Chemical Brothers al día de hoy tiene una base de fans bastante consolidada y 8 materiales discográficos en los cuales se puede apreciar claramente la evolución de la agrupación.
Push The Button en el 2005 y Born In the Echoes en el 2015 son un buen ejemplo de esto: El primero está repleto de ese ritmo techno-trance tan característico y “pegajoso” de inicios del dosmil, mientras que su más reciente albúm es una propuesta dance más melódica, la cual contó con la participación de Beck y St. Vincent en la parte vocal.
The Chemical Brothers es una de esas bandas que saben cómo reinventarse a pesar del paso del tiempo y las nuevas tendencias musicales, y como muestra está el haberse mantenido en la industria por más de 20 años y sin tener que haberse regido completamente por lo que estaba “de moda” en el momento, al contrario, ellos establecieron su propio estilo.
A través de los años he leído y escuchado comentarios sobre la decadencia de The Chemical Brothers y su género, y a decir verdad hubo momentos en los cuales yo misma lo creí. El estar escuchando este estilo durante las últimas semanas me ha demostrado que la música electrónica de antes no ha desaparecido, la esencia sigue ahí. Está atravesando por un cambio, una evolución hacia algo menos mainstream y más interesante para nuestros oídos. En tiempos de EDM non-stop, ¿qué más se podría esperar? No sólo se trata de mezclar, también hay que saber crear, y este dúo sin duda sabe cómo hacerlo.
A tan sólo unos días de escucharlos en vivo, no puedo negar que mis expectativas son altas pero, al igual que cuando empecé a redescubrir su música hace un par de meses, espero quedarme con un buen sabor de boca este próximo 17 de noviembre.