El olfato de los profetas crudos nos conmina al fetiche
Luis Felipe Lomelí es el autor intelectual de este libro. Convocó a veinticuatro escritores, doce hombres y doce mujeres, y les asignó su tarea: Escribir un cuento dividiendo el día en horas. A cada autor le correspondería una y en ese lapso de tiempo se desarrollaría la historia.