No hay tiempo que perder en este álbum, apenas transcurren los primeros segundos y se escucha una voz que dice: “Andalucía no es una Arcadia a la que regresar, sino un horizonte que perseguir. Yo no quiero volver a ser lo que fuimos: reivindico volver a ser lo que somos”. Antonio Manuel –poeta y activista cordobés- extiende este mensaje reflexivo hasta los 2 minutos y 47 segundos, y es todo un alegato contra la sumisión y lo nostálgico, además de apostar por una justa rebeldía.
Lo que parece una cuestión histórica y de registro documental estalla luego en “Crîtto de lâ Nabahâ” en una verbena conducida por los instrumentos de viento, que se muestran como una marcha religiosa dedicada a un Santo patrono, pero no tardan en llegar las secuencias percusivas y otras programaciones; una trompeta marcial y religiosa es acompañada por una andanada rítmica que termina incluso incursionado en el drum and bass.
Un cruce brutal de épocas, estéticas e intenciones; por un lado algo de arqueología musical, un repaso histórico también y de un momento a otro un salto muy potente hacia el futuro, pues el proyecto emana de un grupo amplio de productores, músicos, DJ’s y video-artistas vinculados a la escena electrónica andaluza y quienes tras pensarlo bien (hasta llegar incluso a una especie de Manifiesto) decidieron partir de elementos locales para combinarlos con ritmos más cercanos a un rave o a antros canallas que prolongan los rituales del baile hasta más allá del amanecer.
El tándem que integra Califato ¾ está conformado básicamente por: S Curro, The Gardener, BSN Posse, Industrias 94, Lorenzo Soria, Digital Diógenes y Esteban Bove de LIE Radio; aunque otros invitados van y vienen. Ya con el disco circulando ahora convocan a otros amigos para concentrarse en un directo que contemple visuales y una iluminación muy cuidada.
El punto de partida ha sido claro: explorar la música andaluza desde lo respetuoso y lo irreverente, y de ello se desprende que no les apetece apegarse a los 4/4 típicos del rock y el techno; ellos insisten en que su tradición abunda, claro, el ¾ que les da nombre, pero también el 6/8 y el 12/8. Luego entonces esta es una obra que se distingue por esa búsqueda en la variación del compás y que da un valor especial a los silencios y los contratiempos, estos últimos tan útiles para poder coquetear con el break beat y el drum and bass.
En su arrojo la propuesta de Califato es antifascista y antinacionalista; una y otra vez enfatizan que desde los tiempos de Al-Andaluz existía una convivencia pacífica entre cristianos, musulmanes, judíos, negros, gitanos y demás creencias y etnias; todas migrantes que llegaron para convertir a la región en un núcleo importantísimo de la cultura y el conocimiento.
Este primer disco no deja de formar parte de un proceso de exploración en el que el colectivo echo mano de muchísimos samplers en lo estructural y se apoyó en el espíritu del Romancero Gitano de Federico García Lorca. En su arrojo la propuesta es antifascista y antinacionalista; una y otra vez enfatizan que desde los tiempos de Al-Andaluz existía una convivencia pacífica entre cristianos, musulmanes, judíos, negros, gitanos y demás creencias y etnias; todas migrantes que llegaron para convertir a la región en un núcleo importantísimo de la cultura y el conocimiento. El legado de la civilización del Siglo VI es muy grande y a ellos les interesa que siga brillando de sobremanera. Puede que la música suene festivalera hasta algún punto, pero de verdad que hay mucho estudio de por medio y conocimiento de la música popular andaluza.
Por supuesto que un acercamiento como este tiene detrás a una importante cofradía de heterodoxos, que incluye a Camarón de la Isla, Enrique Morente, Kiko Veneno, Los Planetas y más recientemente Niño de Elche, entre otros. En orden cronológico el rock ya se había maridado con el flamenco en su momento y ahora es turno para que la electrónica haga su jugada.
Otro aspecto formidable de Puerta de la Cânne es el marcado sello sevillano que tiene, ya que se trata del punto de partida del colectivo Breaking Bass que edita el álbum; se nota desde la manera en que escriben los títulos de las canciones, que desean reflejar la pronunciación local al tiempo que las vincula con el pasado. Aquí todo es un cruce de tiempos y estilos, tal como queda evidenciado en “Mono d’attraççionê”, en la que aparecen sampleadas figuras añejas como Lole y Manuel y El Torta.
Breaking Bass, 2019
Pero eso no es todo, la incursión sonora es amplia y en ella caben hasta violines africanos y percusiones latinas que suenan muy finos en “En bûcca y câttura” y también habría que destacar la manera de incorporar guitarra acústica, palmas, cajón y voces en el tema titular, que es conducido por el cante de La Picorrita, se trata de una sevillana electrónica muy emblemática del proyecto.
Califato ¾ consiguió vislumbrar otra vereda creativa en un momento en el que el flamenco ha cobrado notoriedad (en gran medida por el fenómeno Rosalía), pero acá no hay R&B sino footwork, big beat y muchísimos breaks y sampleos.
Es preciso mencionar que el sonido y el proyecto habrán de ir evolucionando y afinándose; se siente como una obra abierta y en progresión. Será importante que pase el tiempo y cada cosa se vaya asentando y tomando su sitio correcto; en este primer LP probaron diferentes alternativas y una cuajaron más que otras. En el futuro tendrán que decidir el rumbo definitivo, mientras tanto se trata de dejarse conducir por la locura de “Buleríâ del aire acondiçionao” y dejar que aparezca y suena una Andalucía inédita y transgresora, pero más que orgullosa de su pasado.