Minucias de mi última parranda
Sabía que era mejor no salir de casa, pero alguien dentro de mí lo exigía: deshazte del lazo que traes en el gañote y corre agitando el hocico por las praderas. “Pronto no podrás hacerlo más”, pensaba.
Sabía que era mejor no salir de casa, pero alguien dentro de mí lo exigía: deshazte del lazo que traes en el gañote y corre agitando el hocico por las praderas. “Pronto no podrás hacerlo más”, pensaba.
En cuanto abro los ojos, intento no volverme loco en la cuarentena del Covid-19 que todavía no tiene punto final. Así que escuché el disco homónimo de Alexisonfire y recordé la primera vez que oí el CD, con 18 años.
El sonido de la polka ranchera chicana definió toda una época entre los años setenta y ochenta, en ambos lados de la frontera México-Estados Unidos.
En un ensayo titulado “A Review of the Reviewer”, concebido como una respuesta a sus críticos y detractores más mordaces, William S. Burroughs me dio uno de los consejos más rotundos que he leído en toda mi vida.
En estos días muchos músicos han aprovechado para compartir su trabajo en distintas plataformas digitales. Sin embargo, son ellas quienes siguen ganando, no los artistas. Ninguna de ellas, salvo Bandcamp, ha modificado los porcentajes de ganancia ni han aplicado alguna medida que ayude a los creadores.
Xorge González se sentó a la orilla del tiempo y desde ahí escribió, luego guardó silencio. Hoy retorna como las conspiraciones, como el polvo, como los estereotipos, como la poesía, y nos recuerda que la vida, otra vez la vida, tiene que ser un diálogo.
Las canciones no solo acompañan, sobre todo las tuyas. Hoy vuelvo para despedirte como se merece: escuchándolas.
Les voy a recomendar tres filmes que son de mis favoritos para no dejar pasar el asunto que nos tiene a todos en casa, así que si no están cagados de miedo y si no les afecta los ánimos, acá les van.
El soul chicano es un género cien por ciento estadounidense, aunque claramente es influenciado por la música y la cultura mexicana.
El escritor y periodista Alejandro González Castillo nos entrega en su libro de crónicas 12 piezas de carroña exquisita rebosantes de gusanos, pus y rock and roll.