Uno
Perderé puntos punk rockers por esto: jamás había visto tocar en vivo a Big Spin, ni con sus alineaciones alternativas que vinieron después de que sus integrantes originales se separaran. También porque hace seis-siete años atrás, cuando era el baterista del grupo de fastcore santacatarinense, Mocho Cota, y fuimos a Puebla para tocar junto con las agrupaciones chilangas Aborticidio y Sacrificio, mi tarjeta de débito marcaba alrededor de menos 10 pesos. Eso me hizo echar a la mochila algunos CD’s de mi vieja escuela musical, los cuales, aseguraba, vendería en el show de ese fin de semana pipope a un precio razonable.
Mormi Montag, punk ramonero de corazón, escritor de relatos fantásticos políticamente incorrectos para mi ex fanzine Punkroutine y antropólogo de los chakas tepiteños, en ese viaje nos acompañó a las tres bandas y fue quien me compró en 100 pesos …be good to yourself, de Big Spin.
Antes de eso me preguntó, viéndome a los ojos, con el CD entre sus manos y como sino entendiera lo que estaba haciendo: “¿Estás seguro de venderme este disco?”. Mi respuesta fue un inseguro, pero necesario “sí”, porque con esa cantidad de dinero podría cenar o comprarme algunas cervezas para pasarla en grande, en la última ocasión que salí a tocar fuera de Monterrey o la Ciudad de México; sitios donde he vivido. Hicimos el trato y en el fondo de mi alma sabía que algún día me arrepentiría.
Dos
…be good to yourself entra en la categoría de los mejores discos de punk californiano realizados en México. Las canciones que conforman el álbum desde hace veinte años están hechas para patinar, para pasarla bien con los amigos. Eumir, voz y guitarra principal de Big Spin, en una entrevista que me dio el pasado mes de abril, me dijo que lo grabaron en su casa, donde ensayaban. Se tardaron aproximadamente una semana. Incluso, su amigo que se encargó de la pre-producción y llevó su computadora de escritorio para hacer la hazaña, sutilmente les sugirió que le bajaran un poco a la rapidez de las melodías. Sin embargo, siendo finales de los años 90 todos los grupos de ese estilo pensaban en tocar a gran velocidad y cantar la mayor parte de sus canciones en inglés; como sus influencias gabachas, como en esa etapa dorada del punk californiano, en la cual salían bandas hasta debajo de las piedras.
El resultado: un material enérgico lleno de pausas, precisión, melodía, felicidad, amor y desamor. Con esas características …be good to yourself, más los recuerdos de cada uno de los que crecieron escuchándolo hasta que el CD se rayara totalmente, ha marcado época en el ámbito de la música underground mexicana. Tanto, que la grabación casera con la que no buscaban más que pasarla bien entre ellos, conocer gente que le gustaran las mismas cosas y asemejarse ensayo tras ensayo a sus influencias, de la noche a la mañana terminó haciéndolos viajar por distintos lugares del país, como también cruzar el charco; tocaron en el Festimad 2001 de España, donde compartieron escenario con Slipknot y Biohazard.
Tajobase Zoot Suit Records editó el CD posterior a escuchar su Demo. Los invitaron a abrir un show de los argentinos, Fun People, y todo comenzó a cambiar para ellos. Así miles de chicas y chicos en tianguis, mercados, tiendas de discos, tocadas o entre sus amigos quemándose o prestándose CD’s en secundarias o prepas, descubrieron …be good to yourself. Por lo mismo, me parece que en nuevo aire, y porque nunca se deja de ser punk rocker, los cuatro integrantes originales de Big Spin, ya con otras prioridades, después de “más de dieciséis años de no ensayar juntos”, como lo dijeron en medio de su show lleno de melancolía, se reunieron para celebrarlo.
Tres
En la madrugada del 24 de noviembre, la versión original de Big Spin volvió a pisar el escenario del Foro Alicia como si fuera 1997, 1998, 1999… Los miembros que de nueva cuenta integran uno de los proyectos que ha dejado más escuela en el arte del punk californiano en México iniciaron tocando su canción “I miss my friends”, lanzada en 2013 como un grato recuerdo para los viejos escuchas de la banda, y como una gran novedad para la nueva camada. Después interpretaron una canción inédita, “Ctrl+Alt+Del”, la cual presentaron recientemente con un video que, de hecho, Benji Cárdenas, mi amigo e involucrado en el ex fanzine que mencioné párrafos atrás, hizo y lo definió como “un sueño teen logrado”.
Y tras ese par de temas, comenzó el viaje al pasado para todos los jóvenes-adultos que actuábamos y nos veíamos como adolescentes unos a los otros, cada quien con su círculo de amigos o parejas. Fue algo raro, porque no había entrado al Foro Alicia desde que vinieron los Satanic Surfers por primera vez al país. Juro que a mi alrededor estaban los mismos de aquella noche de 2015. El tiempo pasa, pero el sonido de Big Spin lo mantiene joven a uno hasta la muerte. Sin embargo, entrar a las instalaciones de esa cuna del punk californiano a la mexicana, ver la mesita con la mercancía de las bandas, pagar tu entrada, que te sellen el brazo izquierdo, dejar que te revisen de pies a cabeza, subir las escaleras y toparte con el ritmo característico de la música que te dejó amigos y decepciones, en el fondo da un poco de miedo. Más cuando sabes que el mantra de una de tus bandas favoritas, el de toda una generación que creció escuchando …be good to yourself volverá a retumbar en tus oídos, sólo que con otro tipo de sentimiento: “Lo que no te mata te fortalece más fuerte ya lo sé, pero fuerte no quiero estar”.
La frase pertenece a “Hi hello”, su canción más conocida que hasta tuvo videoclip; en español se conoce como “Perdí mi tiempo”. Y podría asegurar que quienes saben y respetan el legado de esta agrupación, la corearon completa, no sin antes disfrutar y también intentar cantar las otras diez canciones más de …be good to yourself, mientras unos cuarentones con facha de veinteañeros, a quienes algunos de los asistentes les gritaban en son de burla “esos quiénes son” la pasaban entre amigos de toda la vida y gente que jamás los había visto tocar. Guitarras, bajo, batería y voz de Big Spin embrujaban a todos los presentes. El deseo era no errar en ninguno de los temas. Tampoco querían dejar ver unas caras de fatiga por ejecutar uno de los discos más veloces, el cual le cambió la vida a una bola de jóvenes wanna be californianos. Pero lo más chido de todo, es que ya grabaron nuevo material. El próximo año, en el mes de enero saldrá su segundo larga duración. Aun así, lo primero que pensé al estar cruzando Avenida Cuauhtémoc con mis amigos Buyo, Sin Escrúpulos y Taks para regresar a nuestros hogares, es que me seguiré mortificando por vender mi viejo CD en Puebla, por el simple placer de chingarme dos caguamas.