Hay que bajar el volumen de la TV y dejar que la vida fluya
En los cuatro capítulos en que se divide Territorio de leones, la prosa de Luis Valdez nos atrapa, y el dolor y la carcajada se entrelazan, se hermanan para recordarnos como se vive, o más bien como se sobrevive, por estos lugares tan reales que son el escenario de las historias que sin querer protagonizamos.