Hace un par de semanas, Aldo Fasci amenazó con renunciar a la Dirección de Seguridad Pública en el Estado de Nuevo León.
En ese momento, se armó la escandalera en los noticieros televisivos y radiofónicos.
Al día siguiente resultó que Fasci se desmentía a sí mismo, y el hecho es que estaba dispuesto a negociar con el Gobernador la posibilidad de permanecer en el cargo.
Detrás de esta renuncia sin renuncia se escondía algo que sigue siendo un misterio. Se combate al crimen ¿sí o no?
Fasci sabe perfectamente –lo declara abiertamente- que en el Gobierno estatal actual hay varios elementos que colaboran con el crimen organizado.
Y sabe también que ellos están ubicados en la Dirección de Seguridad y en la que corresponde a los penales, lo ha dicho públicamente.
Así, su condición para no renunciar al cargo es que el Gobernador lo apoye para presentar una denuncia de esas acciones de corrupción ante la federación.
Ok. Lo que pasó fue lo siguiente: nada. No pasó nada. Fasci ni hizo la denuncia ni se fue.
En síntesis: el funcionario se calló la boca, permaneció en el puesto y no se procederá contra el crimen organizado, que sigue estando presente, por cierto, dentro del Gobierno de Nuevo León.
Una muestra del poder del crimen organizado es, por ejemplo, el registro de 39 asesinatos violentos entre el 1 y el 21 de enero en distintos escenarios de Nuevo León. Otra: la permanencia en circulación de los taxis amarillos en las calles de Monterrey, vehículos que por cierto han sido utilizados en muchos de esos crímenes.
Sin embargo, la lucha contra el delito en Nuevo León también tiene triunfos, y severos. He aquí uno de esos triunfos, tal y como fue contado en un prestigioso noticiero de televisión.
Eran las 17.44 del domingo 20 de enero y una central de radio dio el reporte de robo.
De inmediato, la policía de Monterrey se movilizó hacia la Colonia Industrial y, momentos después, Miguel y Francisco, de 38 y 34 años respectivamente, estaban detenidos con 48 cajas de cigarros, 37 paquetes de chicles, dos rastrillos y unos audífonos.
Para obtener ese botín, amenazaron con un arma al encargado de una tienda de conveniencia que se halla en Bernardo Reyes y Echeverría, en Monterrey. Ellos fueron atrapados por agentes policiacos y enviados a declarar ante el Ministerio Publico.
Así se combate al crimen en Nuevo León. Perfecto. Podemos estar tranquilos.